MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Mercantil de Madrid ha desestimado todas las impugnaciones que habían sido presentadas por cuatro acreedores contra el auto que homologaba el acuerdo de refinanciación alcanzado por Eurona en 2018, con lo que la compañía de telecomunicaciones da por cerrado este asunto judicial al tratarse de una sentencia firme.
En un comunicado remitido al Mercado Alternativo Bursátil (MAB), Eurona explica que el Juzgado de lo Mercantil dictó un auto el 29 de noviembre de 2018 que homologaba el acuerdo de refinanciación alcanzado por Eurona Wireless Telecom y las sociedades de su grupo Eurona Telecom Services y Quantis Global, que extendía sus efectos a los acreedores financieros que no lo hubieran suscrito.
En concreto, el juzgado homologó la refinanciación de la deuda del Grupo Eurona, la nueva estructura de capital y la reordenación societaria de la compañía. Dicha reestructuración incluyó una inyección de liquidez, la refinanciación de la deuda existente y una reordenación societaria que conllevó la introducción de una estructura de 'doble Luxco' y la creación de un nuevo perímetro bajo el Grupo Eurona.
En un sentencia emitida el 30 de octubre, el juzgado desestima en su totalidad las impugnaciones a dicha homologación que fueron presentadas por las entidades Banco Santander, Dell Bank International Limited, Lage Landen International B.V. y South Virginia Empresarial, con imposición de costas a las mismas. Esta decisión es firme, por lo que no cabe recurso alguno contra la misma.
"Esta sentencia firme supone un hito para Eurona, al cerrar este asunto judicial y completar exitosamente el proceso de refinanciación y reordenación societaria iniciado por el grupo a mediados de 2018, abriéndose así una nueva etapa", ha remarcado el presidente del consejo de administración, Fernando Ojeda.
Por su parte, Latham & Watkins, que ha representado al Grupo Eurona en la refinanciación de su deuda ante el Juzgado de lo Mercantil de Madrid, señala que la decisión del juzgado supone "una gran victoria" para la empresa, en tanto que evita que el acuerdo de refinanciación pueda ser objeto de rescisión concursal, así como el inicio de ejecuciones singulares respecto del pasivo financiero afectado por el mismo.
