TOKIO , 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Sony espera cerrar su ejercicio fiscal, que concluye el 31 de marzo de 2017, con un beneficio neto atribuido de unos 60.000 millones de yenes (522 millones de euros), una rebaja de 20.000 millones de yenes (174 millones de euros) en comparación a los pronósticos de julio y un 59% por debajo del resultado de su anterior ejercicio fiscal, a consecuencia de las pérdidas asociadas a la venta de su negocio de baterías.
De este modo, la multinacional calcula que su beneficio operativo alcanzará los 270.000 millones de yenes (2.348 millones de euros), una cifra inferior en 30.000 millones de yenes (261 millones de euros) a sus pronósticos del pasado mes de julio y un 8,2% por debajo del dato correspondiente a su anterior ejercicio fiscal.
El conglomerado japonés ha informado este lunes del acuerdo alcanzado para transferir a Murata Manufacturing su negocio de baterías, hasta ahora gestionado por Sony Energy Devices Corporation, por unos 17.500 millones de yenes (152 millones de euros).
En relación con esta transacción, Sony prevé asumir una carga extraordinaria de 33.000 millones de yenes (287 millones de euros) por el deterioro de activos en el segmento de componentes, además de afrontar cargas fiscales de unos 4.500 millones de yenes (39 millones de euros), lo que supondrá asumir pérdidas de 37.500 millones de yenes (326 millones de euros) en el ejercicio fiscal.
"La previsión para el resultado operativo consolidado ha sido revisada a la baja en unos 30.000 millones de yenes con respecto a los pronósticos de julio debido a la pérdida mencionada por la transferencia del negocio de baterías y otros factores", explicó la multinacional.
