OVIEDO, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
La empresa Lacera, adjudicataria de los servicios de limpieza del nuevo Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), deberá cubrir sus contrataciones, "tanto de carácter indefinido como de obra o servicio", con los trabajadores eventuales subrogados del viejo hospital por orden de lista de antigüedad en el centro, como lo fijan los acuerdos firmados en su día.
Así lo ha confirmado a Europa Press una portavoz de las trabajadoras, que presentaron un conflicto colectivo, conjuntamente con el sindicato CSI, en el Juzgado de lo Social número 1 de Oviedo. Tomaron la decisión ante la "negativa" por parte de Lacera "a dar continuidad a los acuerdos adquiridos por subrogación". Son más de 100 las limpiadoras subrogadas que trabajaban para Eulen en el viejo hospital.
Antes del concurso que ganó Lacera, el Comité de Empresa había firmado un acuerdo de subrogación con Eulen, anterior adjudicataria del servicio en el viejo HUCA. La empresa haría "contratos relevo, ante la imposibilidad de hacer contrataciones fijas durante el proceso de la adjudicación".
Para ello se formalizó una lista de empleadas por orden de antigüedad que Lacera se comprometió a mantener. La mencionada lista se agotó a principios de diciembre y, según la nueva sentencia del juzgado de lo social, las nuevas contrataciones han de seguir los criterios de antigüedad en el centro con los eventuales subrogados. El fallo se remite a un acuerdo anterior, de 1992, que así lo refleja.
La sentencia es de fecha 26 de noviembre de 2016. La representante de estas trabajadoras asegura sin embargo que desde principios de diciembre la empresa ha cubierto siete prejubilaciones con "personal nuevo", y no con las eventuales subrogadas por orden de antigüedad. Por este motivo, han solicitado en los juzgados la ejecución del fallo.
CRÍTICAS A LOS SINDICATOS
La portavoz de estas trabajadoras ha criticado la actitud de tres de los cuatro sindicatos presentes en el Comité de Empresa (CC.OO, UGT y USO), que, según su versión, no quisieron adherirse al conflicto colectivo, "aun sabiendo que Lacera debía respetar esos acuerdos, tal y como marca la ley de subrogación de empresas".
Aseguran que la razón ofrecida por estas organizaciones fue que las trabajadoras querían acudir con sus propios abogados y no obligatoriamente con los de los sindicatos, condición que no aceptaron las centrales.
