BRUSELAS, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha recordado al más de un centenar de trabajadores humanitarios que murieron en 2009 mientras realizaban su labor en zonas devastadas o de conflicto.
Además, alerta del riesgo "en aumento" que corren estos cooperantes, para quienes los distintivos de ayuda humanitaria que antes garantizaban su seguridad se han convertido ahora en objetivos de los ataques.
"Es sumamente importante comprender y respetar los principios fundamentales de la ayuda humanitaria: humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia", pidió la comisaria de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva.
En un comunicado difundido con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, Georgieva destacó que los cooperantes "sirven a la Humanidad a menudo en circunstancias muy peligrosas".
"Los hemos visto ayudar a víctimas de terremotos, incendios e inundaciones, pero es en las zonas de conflicto donde sus vidas corren un mayor riesgo. Se detecta una tendencia alarmante a considerarlos como objetivos. Debemos proteger su seguridad para que puedan trabajar donde sea necesario", insistió la comisaria.
En 2009 fueron asesinados 102 trabajadores humanitarios, muchos más resultaron heridos en sucesos y 92 fueron secuestrados, según la Oficina de de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas.
El 19 de agosto, día en el que en 2003 fue bombardeada la sede de la ONU en Irak causando la muerte de 22 personas, sirve para recordar a la labor del personal humanitario y para concienciar a la opinión pública de la importancia de la cooperación internacional.
Este año, el lema elegido por la Comisión Europea para dirigir la campaña de reconocimiento es 'No disparen, soy un trabajador humanitario'.
