MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Coordinadora de ONG de Desarrollo de España (CONGDE), Eduardo Sánchez, recuerda que "la pobreza extrema es la primera violación de los Derechos Humanos en el mundo" porque conlleva la privación de todos los recogidos en la Declaración Universal, que este 11 de diciembre cumple 62 años.
En declaraciones a Europa Press, Sánchez ha señalado asimismo, que el derecho a no ser discriminado es otro de los más vulnerados, en su opinión, a nivel internacional ya que el mundo "es muy desigual, no ya sólo entre hombres y mujeres, que ocurre en todos los países pero especialmente en los países en desarrollo, también entre quienes recursos y no los tienen".
En su opinión, es necesario "concienciar" a las sociedades del norte de que "los derechos no son sólo políticos y civiles, sino también económicos y sociales" y promover que se "trabaje tan fuerte en ese sentido como cuando se vulneran otros derechos, como el de asociación o la libertad de expresión". "Igual que se movilizan en el Norte cuando un un disidente chino es encarcelado, con la pobreza, con más razón", ha señalado.
Por otra parte, Sánchez ha destacado el cambio que se ha producido en la cooperación de las entidades españolas y de la propia Agencia de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) en los últimos años, al incorporar la perspectiva de los derechos humanos a sus programas de actuación.
Según ha explicado, es "un cambio de enfoque conceptual muy importante" porque se trata de entender que la cooperación "no es un regalo que se hace a las poblaciones desfavorecidas, sino que tienen derecho a unos servicios básicos, que son titulares de esos derechos y que hay que velar por que se cumplan".
En este sentido, ha apuntado que, con este punto de vista, "cuando las personas no tienen, por ejemplo, un servicio, tienen derecho a exigirlo" y "se incluye con mucha fuerza la no discriminación de mujeres, niñas y niños, colectivos vulnerables y por supuesto, la participación" de los ciudadanos.
Por último, ha destacado la "vigencia" de la Declaración Universal, porque según ha dicho, "aunque hayan pasado 62 años los Derechos Humanos están tan vigentes como el primer día y siguen siendo una guía para orientar el trabajo" de las entidades de cooperación, si bien se tienen que "ir modernizando", por ejemplo, para regular el acceso de todos a la sociedad de la información y sus nuevos soportes.
