Publicado 23/12/2015 10:57

David Tomás, autor de 'La empresa más feliz del mundo': "Para ser una empresa feliz, hay que tener voluntad de cambio"

David Tomás, 'La empresa más feliz del mundo'
EMPRESA ACTIVA

David Tomás, cofundador y director general de Cyberclick Group, acaba de publicar el libro 'La empresa más feliz del mundo (Empresa Activa)' en el que ofrece 11 claves para que cada uno pueda reinventar su profesión y disfrutar del trabajo.

.- ¿Cree que las empresas pueden llegar a ser lugares felices para sus empleados?

¡Sin lugar a dudas! Justamente de aquí vino la idea de escribir el libro "La empresa más feliz del mundo", porque es posible y es una realidad en nuestra empresa Cyberclick. También lo es en muchas otras empresas fuera y dentro de España, pero aún queda camino por recorrer.

Para que suceda el cambio, en cualquier compañía la prioridad han de ser las personas que trabajan en ella. Se ha de cuidar su bienestar e ilusionarlas en el día a día dentro del trabajo, para que así cuando se vayan a casa lo hagan felices y que cuando vuelvan por la mañana a la oficina lo hagan con una sonrisa y motivadas. Si la gente está bien en todas las facetas de su vida, llevará adelante sus objetivos con más éxito. Así ganamos todos, las personas y la empresa.

.- ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para llegar a ser una empresa feliz?

En primer lugar la voluntad del cambio. La iniciativa ha de surgir de los responsables de la empresa. Aunque el propio equipo puede sugerir mejoras en la cultura de la compañía, encontrando el momento adecuado y planteándolo de forma asertiva. Empezando por pequeñas transformaciones que se puedan aplicar poco a poco. Así los directivos pueden evaluar progresivamente los cambios y darse cuenta de que valen la pena, ya que todo el mundo está mejor.

Y en segundo lugar la confianza, ya que es el secreto para crear lugares de trabajo donde prevalece la felicidad. De esta forma la jerarquía pierde sentido, los empleados pueden tomar decisiones libremente y se les da más libertad de autogestión. Confiar en los demás aumenta el sentimiento de pertenencia al grupo y cada uno se siente más valorado.

.- ¿Hay en España empresas felices?

Ahora mismo no existe en España un ranking específico de empresas felices, pero sí la lista que elabora cada año la consultora Great Place to Work para saber qué empresas españolas son excelentes lugares de trabajo.

Aquí la idea de empresa feliz está poco desarrollada, pero es una tendencia al alza, ya que comienza a haber compañías españolas que intentan tener empleados felices y crear un buen entorno de trabajo. Aunque aún no existe una cultura generalizada para entender trabajo y felicidad como conceptos compatibles, cualquier compañía que quiera innovar y crecer va a necesitar personas felices en su equipo capaces de desarrollar todo su potencial. Esto es imposible en las estructuras rígidas donde cada uno es un número más.

.- Desde que lograron el Best Place to Work 2014, ¿ha habido un aumento de peticiones para formar parte de su empresa?

La semana que anunciaron que habíamos ganado el premio Best Workplaces 2014 para PYMES recibimos 800 solicitudes de golpe. Desde entonces la gente nos envía varias candidaturas espontáneas regularmente.

Siempre estamos en la búsqueda constante de perfiles de excelencia para formar parte de nuestro equipo, pero también buscamos que tengan grandes valores y que estos estén alineados con los de Cyberclick.

.- ¿Cuál de las iniciativas que llevan a cabo tiene mayor acogida por parte de sus trabajadores? ¿Tienen previsto implementar nuevas medidas?

Más que una iniciativa, son un conjunto de ellas. Por un lado están todas las políticas que ayudan a la conciliación profesional con la vida personal. Estas son muy valoradas por los empleados, ya que son incentivos que ayudan a potenciar la pertenencia a la empresa y a trabajar con más ilusión. Como por ejemplo trabajar desde casa, flexibilidad horaria o el hecho de que apostemos por una jerarquía horizontal, donde la opinión de todos cuenta por igual.

Y por otro lado están las iniciativas que tienen que ver con el funcionamiento interno de la compañía. En los procesos de selección de muchas empresas, los nuevos integrantes del equipo son "impuestos" desde RRHH o por la directiva y es un misterio cómo se adaptarán a su nuevo entorno y si todo irá bien. Esto se llama construir el equipo by default, cuando lo ideal sería by design, es decir, es el propio equipo el que participa en la elección del próximo integrante.

Aunque si tuviéramos que elegir una iniciativa, destacaría una de la que todos nos sentimos muy orgullosos: La medición de la felicidad en el equipo. Preguntamos diariamente a todo el mundo cuál es su estado emocional. En el cuestionario se pregunta a cada uno: en qué estado de ánimo ha llegado ese día y en qué estado se ha marchado (teniendo como opciones Súper Verde, Verde, Ámbar y Rojo), también se le pregunta cuánto le gusta lo que ha hecho durante esa jornada del 1 al 4 y si quiere hacer algún comentario. Los datos los analizamos una vez a la semana y si ha surgido algún problema vemos entre todos cómo podemos ayudar a solucionarlo. También se da la libertad de comentar los temas de forma individual.

.- ¿Qué puede aportar el empleado para cambiar el actual modelo empresarial? ¿Y la cúpula directiva?

Las personas del equipo pueden aportar ideas y las ganas de promover el cambio, pero la verdadera iniciativa ha de partir de los responsables de la empresa.

Si la dirección no quiere cambiar, los empleados pueden aportar no conformarse. Si no están bien, entonces es hora de empezar a buscar un nuevo sitio de trabajo. Si muchas personas empiezan a marcharse porque la compañía no apuesta por la felicidad, así se verá obligada a implementar algunas mejoras. La fuga de talento es un problema para estas organizaciones, ya que los buenos profesionales están en aquellas empresas que los ven primero como personas y quieren su bienestar.

.- ¿Hasta qué punto ha influido el desarrollo de la RSC en España en el impulso de este nuevo concepto de hacer empresa?

La clave número 9 de mi libro se titula 'El objetivo último de una empresa es mejorar la sociedad donde trabaja'. Esto tiene un doble efecto: las compañías son participes e integrantes de los cambios positivos que se dan en el entorno que las rodea y los profesionales se sienten orgullosos de trabajar en organizaciones que impactan positivamente en la sociedad.