Fernando Gálligo es psicólogo del Instituto de la Mujer de Málaga y autor del libro "Sos... Mi chico me pega pero yo le quiero. Cómo ayudar a una chica joven que sufre malos tratos en su pareja'. En esta entrevista, describe los objetivos de su nuevo trabajo y recuerda las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes ante la violencia machista y las situaciones de peligro que se generan durante el periodo de vacaciones en el que las parejas están más tiempo juntas.
.-¿Cómo definiría su libro?
Me di cuenta de que durante los últimos seis años el número de mujeres, menores de 25 años, y que acudían a mis consultas por violencia de género estaba aumentando. Por ello, este libro es un manual práctico, una guía sencilla, que sirve de ayuda previa, paralela y complementaria a una consulta con un profesional de la Psicología. Hay que dejar claro que, en ningún caso, este libro puede sustituir a dicha consulta. En él podemos encontrar un plan de prevención para las víctimas, un plan de autoprotección personal y valoración del riesgo. Este libro va destinado también a los amigos, los familiares de la víctima, para que sepan actuar sabiendo qué se debe de hacer y qué no, cuando son conscientes de la situación por la que está pasando esta persona.
.-¿En qué hechos de la sociedad se ha basado para escribir este libro?
Pues, aparecen casos reales de víctimas de violencia de género que han sido reflejados en los medios de comunicación españoles. Para preservar su intimidad y seguridad, he cambiado el nombre y la localización geográfica de mis personajes, ya que en uno de los casos sería totalmente identificable. He incluido también testimonios de jóvenes que han superado positivamente el maltrato en la pareja.
Cabe destacar que si una joven ha sufrido una situación de violencia de género en su hogar, cuando les sucede a ellas, tardan más tiempo en darse cuenta de que están sufriendo malos tratos ya que estiman que estos comportamientos son normales. A su vez, tendría un pronóstico peor que una joven que en su hogar no haya vivido esta situación y que como consecuencia se daría cuenta más pronto de que la conducta de su pareja no es la correcta.
.-¿Cómo catalogaría el comportamiento en los jóvenes?
Los comportamientos violentos entre los jóvenes son cada vez más frecuentes y grave, tanto hacia la gente de su entorno como a la sociedad en general, lo que constituye un problema social de salud pública.
.-¿Por qué cree que se da este comportamiento? ¿Influyen factores como el aumento del tiempo libre, como se da durante el verano?
En primer lugar, se sigue confundiendo la palabra amar y querer. No significan lo mismo y se sigue confundiendo. Todo el mundo quiere, pero muy poca gente ama. Los jóvenes viven en una dimensión temporal diferente. Quieren ser famosos, tener dinero y triunfar. Influye también en su comportamiento, el tiempo que emplean para ver diversas series de televisión. Éstas son un agente socializador. En estas series aún se siguen mostrando comportamientos violentos y agresivos, donde cuanto más ligues, más valor como chica o chico tienes.
.-¿Cuál es la situación de la violencia de género entre las parejas cuando llega el verano?
Tenemos por un lado las parejas que tienen hijos menores y que tienen que tomar decisiones sobre éstos. Debido a estas decisiones y al aumento del tiempo que comparten, el número de choques, conflictos y crisis de urgencias, también aumentan. Y, por otro lado, tenemos las parejas jóvenes sin hijos que al tener más tiempo libre y pasar más tiempo juntos tienen mayor posibilidad de sufrir agresiones puntuales.
.-¿Se puede decir entonces que el número de personas que acuden a sus consultas se incrementa en verano?
No. El número de consultas aumentan y se incrementan al finalizar el verano.
.- Ahora que llega el verano y hay más tiempo para compartir entre padres e hijos ¿Existe alguna actividad que pueda alejar al menor de este tipo de comportamiento?
Es importantísima la educación intrafamiliar. La situación actual es bastante preocupante, por eso se debe educar al adolescente desde el respeto y desde la igualdad, hacerles entender que se debe compartir y que existen unas normas y unos límites. Hay que intentar, de esta forma, darle una independencia emocional desde que es pequeño.
