Actualizado 03/06/2010 12:07

Guillermo Pérez, gerente de Hedima: "Teatro y deporte tienen valores universales aplicables a cualquier ámbito"

Guillermo Pérez, gerente de Hedima
Hedima

Guillermo Pérez es gerente de Cuentas de Hedima, una consultora de formación continua para empresas e instituciones que ha desarrollado una formación para directivos y empleados basada en técnicas teatrales y deportivas. Según la compañía, existe un paralelismo entre representar una obra, jugar un partido y comunicar en la empresa y en la vida real.

.- ¿Qué tienen en común el teatro o el deporte con la dirección de una empresa o trabajar en ella?

Desde Hedima tratamos de ofrecer a nuestros clientes una asesoría integral de nuestro servicio de formación. Muchos clientes ya tienen experiencia y siempre demandan metodologías novedosas que tengan una aplicación práctica en su entorno diario. Entonces, se nos ocurrió que el teatro y el deporte tienen una serie de valores universales aplicables a cualquier ámbito como puede ser el trabajo en equipo, la comunicación, la afectividad, la empatía y vimos que existían posibilidades de formar a los equipos de trabajo como se forma a un equipo deportivo o a una compañía de teatro.

.- ¿Qué técnicas teatrales pueden ayudar a directivos y empleados?

En teatro, lo que estamos aplicando es la técnica de la improvisación teatral, el establecer una serie de herramientas que permitan desarrollar habilidades sociales que luego sean de aplicación en el entorno diario laboral. Estas habilidades son universales y, por tanto, son útiles tanto para dirigir una compañía teatral como para dirigir un equipo de baloncesto o de fútbol o bien para dirigir una reunión o una empresa. Es decir, se trata de darles a nuestros clientes unas herramientas que les permitan empatizar, gestionar equipos, gestionar el tiempo para que en el día a día puedan improvisar ante las situaciones que se les presentan.

.- ¿Qué habilidades deportivas destacaría?

Contamos con profesionales que han desarrollado su carrera profesional en equipos de altísimo nivel y que han descubierto técnicas para entrenar esos equipos que son extrapolables a la dirección de equipos desde el punto de vista de Recursos Humanos de una empresa. Se insiste en el trabajo interno que debe tener un equipo para que luego se materialice al dirigirse al cliente o al dirigir una reunión.

.-¿ Son las mismas técnicas para empleados y directivos?

No son exactamente las mismas, pero ambas permiten desarrollar unas habilidades sociales y partirían de un trabajo previo para detectar qué habilidades sociales o directivas se quieren trabajar. El objetivo va a variar en función de si esas habilidades las queremos dirigir a empleados o a un nivel más directivo.

Qué número de habilidades sociales y en qué profundidad se desarrollan va a depender de cómo la empresa nos permita planificar estas formaciones. Por ello, hacemos un análisis previo en la definición del plan formativo y decidimos si queremos una jornada de un día o establecemos un entrenamiento a lo largo de una serie de meses. En función de esa sistemática, se aplican unas u otras técnicas, aunque la esencia del método es común.

.- ¿De qué forma se ofrecerán las clases?

Intentamos hacer una formación a medida de cada uno de nuestros clientes, por tanto ambas metodologías son suficientemente flexibles para adaptarse a las necesidades de las empresas. Están orientadas a los trabajadores y por tanto tenemos que conciliar el horario laboral con la aplicación de estas herramientas. Menos de una jornada sería complicado, porque no habría tiempo para el desarrollo de estas habilidades, pero tampoco ofrecemos estas metodologías como un producto cerrado sino como unas experiencias casi vivenciales.

Son herramientas que nos permiten adaptarnos a diferentes sectores, duraciones y niveles dentro de la empresa. Son necesidades que la empresa ha detectado y para cubrirlas existen diferentes metodologías, y esta es una de ellas, pero es una formación que parte de la colaboración del trabajador. No son formaciones al uso donde un formador traslada sus conocimientos, sino que aportan valor a la empresa y al trabajador, que le motivan. Y al tener un carácter tan participativo, si lleváramos a los trabajadores de forma obligada seguro que no funcionarían.

.- ¿Quiénes son los profesores?

Los profesores son profesionales que a lo largo de su vida han ostentado responsabilidad en el teatro o el deporte, que han evolucionado y actualmente están utilizando esa experiencia que han acumulado para aplicarla al mundo de la empresa. De hecho son profesionales que ya llevan un tiempo retirados de este mundo. En el deporte, lo estamos haciendo con Manuel Coloma, que ha sido seleccionador nacional de baloncesto.

.- ¿Existen resultados probados?

Todas estas técnicas vienen avaladas por unas serie de resultados. En el mundo de la formación hay muchas metodologías que pueden ser muy lúdicas, y lo son pero que pueden tener un escaso impacto en la organización en cuanto a resultados. Aquí estamos en todo momento sin perder el horizonte de que estamos en una formación, lo único que hacemos es añadirle un componente lúdico, pero no renunciamos a un planteamiento formativo absolutamente riguroso.

Lo pasan bien los alumnos, pero luego hay unos resultados que los responsables de Recursos Humanos pueden analizar. Las experiencias que hemos realizado así nos lo trasladan, mejoras en términos de comunicación, en términos de desarrollo del trabajo de equipo, de cohesión de esos equipos.

Algunas de estas formaciones ya las hemos llevado a cabo en empresas clientes y los resultados son muy buenos, es lo que nos ha animado a lanzarnos a ofrecerlo, generalizarlo para otras empresas, porque partimos de metodologías muy amplias que serían aplicables a cualquier empresa.

.- Entonces, ¿la empresa se puede considerar una ficción y un juego?

La empresa tiene parte de juego, pero el juego es un canalizador, no es el elemento fundamental de esta formación. No es el hecho de jugar por jugar y que luego no haya ninguna aplicación, sino que hemos elegido esta metodología porque nos permite en el aula generar una serie de dinámicas, permite una interacción, que salgan cosas que con otras metodologías no salen. Pero el objetivo es formar al alumno y que esta formación sea aplicable en un puesto de trabajo, que redunde en beneficio del trabajador y de la empresa.

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