NUEVA YORK, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Este lunes comenzó el juicio con jurado contra Scott Roeder, acusado del asesinato de un médico abortista de Kansas, George Tiller, un caso que ha despertado interés a nivel nacional y reavivado el debate entre abortistas y antiabortistas. Tiller era uno de los cuatro médicos de este estado norteamericano que practicaban abortos sobre embarazos avanzados.
Roeder nunca ha negado haber disparado contra Tiller, pero su objetivo declarado es que el caso se convierta en un juicio sobre el aborto. Así, la defensa intentará centrar el caso en las convicciones morales de Roeder, en contra de las intenciones de la Fiscalía del condado de Sedgwick, donde se celebra el juicio, que quiere evitar la polémica.
El acusado sostiene la teoría de que pretendía salvar vidas de los nonatos con su acción del 20 de mayo de 2009, cuando irrumpió en una iglesia en plena misa del domingo y tiroteó a Tiller.
Las medidas de seguridad en torno al juicio se han incrementado para evitar incidentes y ante la previsión de manifestaciones pro y antiabortistas.
El médico era un conocido defensor del derecho al aborto y practicaba interrupciones del embarazo en su clínica de Wichita desde 1973 y trabajaba además como ayudante del sacerdote en la Iglesia de la Reforma Luterana.
Tiller había sido durante años el principal objetivo de los antiabortistas e incluso había sido víctima de otros intentos de asesinato. Su clínica era el escenario habitual de protestas.
Por su parte, los grupos pro-abortistas consideran que la muerte de Tiller y el cierre de su clínica, que brindaba servicios a mujeres que querían abortar por malformaciones de los fetos, incluso después de la vigésimo segunda semana de embarazo, es un golpe para los derechos de las mujeres y recuerdan que sólo hay dos clínicas similares en el país.
