CÓRDOBA, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
El director de la Fundación CajaSur, Ángel Cañadilla, y el presidente de Iemakaie, Jaime Loring, han firmado este lunes un convenio de colaboración mediante el que la Fundación CajaSur se compromete a seguir colaborando con la citada ONG, en este caso para la mejora de las instalaciones de su residencia en Guadalcázar, dedicada a personas con discapacidad intelectual y graves problemas de conducta.
Según ha informado CajaSur, gracias a la colaboración económica de la Fundación, Iemakaie podrá llevar a cabo la mejora de las infraestructuras y equipamiento de su residencia de Guadalcázar. De esta forma, los 26 residentes (13 hombres y 13 mujeres) verán mejorada sensiblemente su calidad de vida.
Esto permitirá el desarrollo de todas las actividades previstas: habilidades sociales, para la vida diaria, educación para la salud, taller de informática, rehabilitación cognitiva, etcétera.
El director de la Fundación CajaSur, Ángel Cañadilla, ha explicado que este convenio de colaboración se engloba en "la vocación de la Fundación CajaSur de prestar especial atención y dedicación a sectores necesitados de nuestra sociedad y, entre ellos, se encuentran los enfermos de esta dolencia, a los que hay que acoger y cuidar como hace Iemakaie".
Por su parte, el presidente de Iemakaie, Jaime Loring, ha agradecido "el esfuerzo realizado, un año más, por parte de la Fundación CajaSur, sobre todo en estos tiempos de incertidumbre y dificultad económica", pues, "gracias a CajaSur y a su Fundación, nuestros 26 residentes podrán mejorar su calidad de vida".
La asociación Iemakaie nació hace más de 12 años. Desde su creación trabaja en cuatro frentes. El primero es la prestación de servicios de asesoramiento, reeducación e integración social a enfermos de SIDA. El segundo frente está orientado a personas con discapacidad intelectual y graves problemas de conducta. Iemakaie tiene en Guadalcázar (Córdoba) una residencia para 26 residentes de estas características.
El tercer frente está orientado a niños, de entre cero y cinco años, con diferentes problemas de desarrollo cerebral. En un centro de día, ubicado en la localidad cordobesa de Montoro, los pequeños reciben asistencia psicológica y terapéutica.
Finalmente, el cuarto frente es el de la prostitución callejera y en pisos. Se trata de chicas extranjeras, y se les ayuda con acompañamiento personal, atención sanitaria y psicológica, control de VIH y ayuda jurídica para regularizar la residencia.
