Actualizado 13/01/2010 15:23

Fundación Cauce equipará con 30.000 euros aportados por Cajamar una escuela primaria para niñas en Costa de Marfil


VALLADOLID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

La directora general de la Fundación Cajamar, Carmen María Giménez, hizo hoy entrega a la presidenta de la Fundación Cauce, Isabel Redondo, de 30.000 euros para equipar una escuela de enseñanza primaria en Abidjan, capital de Costa de Marfil.

El proyecto de la Fundación Cauce fue uno de los tres seleccionados por Cajamar de entre 72 trabajos de 16 provincias. Según Carmen Giménez, esta propuesta fue elegida porque "beneficia directamente a 150 mujeres (cien niñas y cincuenta madres)", y se destinará a construir una escuela en la que estas niñas recibirán educación gratuita durante al menos un año.

La Fundación Cauce se dedica desde 1996 a la cooperación al desarrollo, y según recordó su presidenta "éste sólo es uno de tantos proyectos". En este caso decidieron invertir en una escuela primaria porque para Isabel Redondo "la educación es la única forma de sacar a estas niñas de la miseria". "Basamos la libertad de estos pueblos en la educación", insistió.

La presidenta de la Fundación Cauce también hizo hincapié en que, además de educar a las niñas, hay que concienciar a las madres, y que su objetivo final es lograr el "desarrollo de la mujer para lograr su autonomía, su madurez y su igualdad". "La educación es una gran inversión en estos países, es meter a estos niños la inquietud y la capacidad de decidir", corroboró.

CUMPLIR LOS OBJETIVOS DEL MILENIO

Por su parte, la directora general de la Fundación Cajamar explicó que en el año 2008 la entidad que dirige se sumó al cumplimiento de los Objetivos del Milenio, y marcaron un programa para que entre los años 2008 y 2015 se cumpliera una de esas metas al año. El primer objetivo que intentaron fue ayudar a la erradicación del hambre en el mundo, y a lo largo de 2009 se dedicaron a fomentar la enseñanza primaria universal.

Carmen María Giménez destacó que resulta una "evidencia" que el aumento del porcentaje de madres escolarizadas supone una disminución de la mortalidad infantil, y que a mayor educación de los padres hay menor desnutrición en los niños, más asistencia a la escuela, menos sida y, en definitiva, mayores posibilidades de acceso a un trabajo digno en el futuro.

Giménez también recordó que, aunque en el último año ha habido un retroceso en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio debido a la crisis, hasta 2008 se había conseguido que la pobreza extrema se redujera a un cuarto de la población mundial, cuando en el año 1990 se trataba de la mitad de esta población.

Por todo ello, la directora insistió en que se trata de una "responsabilidad mundial", por lo que la Fundación Cajamar firmó el año pasado dos convenios de colaboración con las ONG Unicef y Entreculturas para realizar actividades de sensibilización.