Actualizado 18/11/2010 15:11

Entre 70 y 140 millones de mujeres en el mundo han sufrido mutilación genital

UNICEF Niger
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MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado este jueves que entre 70 y 140 millones de mujeres en el mundo han sufrido la mutilación genital y que tres millones de niñas en África corren el peligro de sufrirla cada año, aunque la organización se muestra confiada ante los progresos.

Aunque la mayor parte de las afectadas nacen en el continente africano, la mutilación también se práctica en países de Asia, Oriente Próximo y, en menor medida, en comunidades de inmigrantes en Europa, Australia, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y los Estados Unidos.

Pero el informe que publica este jueves el Centro de Investigación Innocenti de UNICEF demuestra que se está reduciendo dicha práctica a pesar de las trabas sociales existentes, persistentes desde hace siglos, gracias a las iniciativas de la ONU.

De esta forma, se intenta no juzgar a las comunidades, sino realizar una labor conjunta que refuerce la parte positiva de la cultura de la comunidad y poner en marchar proyectos que cubran sus necesidades, para que interioricen que sólo quieren mejorar sus vidas.

Para desarrollar estas iniciativas, se ha necesitado la colaboración de los líderes locales, así como de las instituciones, que penalicen la ablación y los medios de comunicación que apoyen dichas medidas.

"La decisión de una familia de abandonar o practicar la mutilación genital femenina está influenciada por la fuerte recompensa o la recriminación social", comenta el director del Centro de Investigación Innocenti de UNICEF, Gordon Alexander.

"No existe una única respuesta, ni solución única ni arreglo rápido. Pero se está progresando. Ahora es el momento de extender estos esfuerzos y conseguir cambios en las vidas de las niñas", explicó.

La ablación, que según la ONU "constituye una seria violación de los Derechos Humanos", puede derivar en hemorragias, problemas urinarios, complicaciones en el parto cuando las mujeres mutiladas se quedan embarazadas y la muerte de recién nacidos.

En muchos casos, la mutilación se ve como una necesidad para criar a las niñas y para que sea apta para el matrimonio. Si no se practica, las niñas, o incluso la familia entera, se enfrenta a la exclusión social en algunas comunidades.

Las familias que obligan a sus hijas a sufrir tales mutilaciones aducen a la religión, la tradición y la cultura como sus razones, a pesar de que no existe ningún dogma que lo incluya en sus obligaciones, según Naciones Unidas.

"El informe es una contribución importante para que todos entendamos cómo se pueden lograr cambios sustanciales y a largo plazo en las comunidades", comentó Alexander.

La mutilación genital femenina se sigue llevando a cabo en países como Egipto, Etiopía o Sudán, aunque algunos países, como Senegal, han visto reducir sus tasas de aplicación.

Sin embargo, existe una corriente de pensamiento que indica que la población se está cuestionando si merece la pena o no seguir con esta práctica, y muchos de ellos preferirían que sus hijas no tuvieran que pasar por la experiencia, si se diesen las circunstancias adecuadas para ello.