Actualizado 08/11/2010 17:58

El acusado de asfixiar a su pareja en Reus (Tarragona) dice que la dejó en casa drogada, pero viva

TARRAGONA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

El acusado de golpear y asfixiar a su pareja en Reus (Tarragona) ha declarado este lunes ante un jurado popular en la Audiencia de Tarragona que dejó a la mujer drogada pero con vida cuando abandonó el domicilio para ir a comprar droga, y ha explicado que la golpeó con un frasco de cristal --que contenía un potente tranquilizante que su pareja había ingerido-- para intentar despertarla cuando la encontró inconsciente.

Según ha explicado Aurelio P., cuando volvió tres horas después al domicilio --ubicado en unos bajos en la avenida Catalunya de Reus-- acompañado por un amigo, encontró a la mujer muy pálida y con los ojos y la boca abiertos, por lo que trató de reanimarla y llamó al 112. La defensa del acusado sostiene que la mató una tercera persona que entró en el piso.

El acompañante de Aurelio P. ha explicado que esa mañana lo vio "más nervioso de lo habitual", pero consideró que ese estado estaba producido por las ganas de consumir droga. El testigo ha relatado que cuando llegaron al domicilio de Aurelio P. (vivía con la víctima en unos bajos propiedad de la madre) vio a la mujer "tumbada al fondo", pero no se cercioró de que tenía un cadáver ante él hasta que se acercó, después de haber consumido dos rayas de cocaína con el acusado.

Ha detallado también que en la casa había desorden "por dejadez y falta de limpieza, pero no por una pelea", y ha añadido que Aurelio P. "nunca ha sido de los de pelearse por ahí", aunque le gustaban "las armas, la caza y los atuendos militares", pues había sido legionario. La madre del acusado sí que ha confirmado un temperamento agresivo, si bien ha negado que su hijo hubiera pegado nunca a su pareja, con la que tenía los "roces normales" de la convivencia.

Según el escrito de acusación, el 9 de octubre de 2009 Aurelio P., "sin motivo aparente", dio numerosos golpes a su pareja en la cara, cuello y cráneo con un cenicero de plástico duro, un bote de cristal y con el puño. Acto seguido, la cogió del cuello con fuerza y le presionó los orificios respiratorios, por lo que la mujer murió por asfixia.