MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 33 años de prisión a un hombre que violó a tres mujeres en Alcalá de Henares en 2008 y robó a dos de ellas.
Así lo establece la Sección Vigésimo Tercera de la Audiencia madrileña que condena a Flavius I., de nacionalidad rumana y 22 años de edad, a 9 años y un día de prisión por tres delitos de agresión sexual y a tres años de cárcel por cada robo con violencia.
El joven tendrá que indemnizar en diversas cantidades a las víctimas. Así, deberá abonar 4.144 euros a M.C.S.M, en 7.975 a M.C.C.H. y en 3.680 euros a S.P.R.
La sala considera probado que en la noche del 22 de febrero de 2008 el acusado se abalanzó y tiró al suelo a M.C.S.M en una calle de Alcalá de Henares con la proclama de "si gritas te mato; si no gritas, no te haré nada". Tras permanecer así un tiempo, le robó algunas pertenencias y la violó.
También acredita que en la madrugada del 27 de marzo de 2008, Flavius asaltó de la misma forma a M.C.C.V, a la que amenazó con matarla a ella y a su hija y a la que, tras robarla y agredirla sexualmente, abandonó maniatada en un parque. Finalmente da por hecho que el 28 de abril de 2008 el acusado, haciendo uso del mismo modus operandi, agredió a S.P.R, a la que llevó a un descampado para cometer los hechos.
ACTUACIÓN VIOLENTA Y CON AMENAZAS
Los jueces basan su condena en la actuación violenta y en la intimidación con amenazas de las que hace gala el acusado, así como considera que el testimonio que las víctimas ofrecen de sus agresiones es "preciso y ordenado, persistente y verosímil".
Frente a ello, destaca que el procesado, en una "confusa" declaración, no negó haber tenido contacto sexual con las víctimas. "Flavius sostiene que lo hizo sin mediar violencia o intimidación de clase alguna, lo que parece indicar que entre ambos existió una relación mutuamente consentida, que compadece muy mal con las circunstancia de tiempo y lugar en que sucedió y con la absoluta ausencia de relación previa entre acusado y víctima", apostilla.
La sala insiste en que las pruebas que se llevaron al juicio "demuestran una participación directa, material y voluntaria del acusado en los hechos", por lo que le consideran responsable de los tres delitos de agresión sexual y de los dos de robo.
