Actualizado 10/06/2010 14:46

El anciano acusado de estrangular en 2008 a su mujer confesó a la Policía que se sintió "liberado' después de matarla

MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -

Carlos D.M., un anciano acusado de estrangular a su mujer el 4 de noviembre de 2008 en Alcorcón (Madrid), confesó a los agentes de la Policía Local que le detuvieron que se sintió liberado tras matarla porque estaba "harto" de que no le dejara descansar al estar "lloriqueando todo el día".

"Se quejaba de que no podía vivir con ella. Nos manifestó que se había quitado un peso de encima tras asesinarla. De hecho, contó que la mató e inmediatamente después se echó a dormir unas veinte horas", relató uno de los agentes que acudió esa madrugada al domicilio del acusado.

Un jurado popular comenzó este jueves a enjuiciar a Carlos, de 78 años, por un delito de homicidio, por el que afronta una pena de 14 años de cárcel. Uno de sus hijos encontró el cadáver de su madre, a quien el procesado supuestamente mató introduciéndole dos tubos de dentífrico en la boca.

Pese a que siempre reconoció el crimen, el procesado se retractó ayer de sus manifestaciones y aseguró que "fue ella sola", quien se introdujo los tubos de pasta de dientes en la boca. Declaró que no recordaba los hechos porque estaba atontado con motivo de unos gases que había echado su hijo en casa.

Frente a su versión, varios agentes manifestaron que el procesado reconoció su autoría en el crimen, aunque entonces tenía "una laguna mental" respecto a la cronología de lo que había sucedido en el hogar que compartía con la víctima.

Uno de los policías relató a la Sala que el acusado le contó que su mujer estaba tumbada en la cama llorando y como no se callaba le tapó con la manta hasta que dejó de llorar. Tras el crimen, el hombre arrancó los cables del teléfono para que nadie le molestara y se echó a dormir.

"Confesó estar en paz tras asesinar a su esposa. Que se había quitado la angustia que le impedía descansar cada día. Como ya se había quedado tranquilo, decía que quería quemar la casa", narró uno de los agentes.

LOS HECHOS

El fiscal sostiene que en la madrugada del 4 de noviembre de 2008, el acusado golpeó a Hortensia M.P. con la intención de acabar con su vida. "La agarró fuertemente por el cuello, presionándole del mismo para impedirle respirar y le introdujo por la boca objetos hasta causarle la muerte por asfixia", recoge el escrito.

El fallecimiento se produjo por parada cardiorrespiratoria por asfixia producida por mecanismo de compresión extrínseca del cuello y por sofocación mediante la introducción de objetos en la faringe con presión y aplastamiento de los mismos hacia la laringe.