Actualizado 23/03/2010 09:38

La Audiencia de Cantabria juzga hoy a un hombre por violar a su mujer y maltratarla en presencia de su hija


SANTANDER, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria juzga hoy a un hombre, Alfonso S.M.T., acusado de violar a su mujer y de agredirla en presencia de su hija. El Ministerio Fiscal pide para él penas que suman nueve años y nueve meses de prisión por los delitos de agresión sexual, violencia de género física y violencia de género habitual.

Los hechos, según relata el Ministerio Fiscal, sucedieron en mayo de 2007, en el domicilio familiar en un pueblo de Santander. El acusado ya no compartía habitación con su esposa, que dormía con su hija.

Pero aprovechando que esa noche la menor se había ido a dormir a casa de una amiga, entró en la habitación y, tras la negativa de su mujer a mantener relaciones, la forzó a ello, llevándola a rastras hasta el dormitorio y sujetándola por brazos y cuello.

La víctima no lo denunció y tampoco fue atendida por ningún servicio de urgencias o profesionales sanitarios. Durante los días siguientes, ocultó con la ropa y un pañuelo las marcas sufridas en brazos y cuello.

Finalmente, la mujer interpuso denuncia a mediados de mes, pero días antes padeció una agresión física, cuando su marido, a la hora de la cena, discutió con ella en presencia de su hija.

El acusado, al ver que no podía imponer su opinión sobre la superioridad del hombre respecto de la mujer, le propinó un golpe en la cara, lo que finalmente provocó la reacción contraria de su hija y que su esposa se marchara a casa de una amiga y decidiera denunciar los hechos.

"IDEA DE SUPERIORIDAD MACHISTA"

Ambos llevaban casados 12 años en los que, según describe el Ministerio Fiscal, el hombre trataba de imponer su "idea de superioridad machista" con insultos y frases despectivas habituales, que sumaba a empujones, sin fuerza, pero constantes.

Además, trataba de convencerla de que no trabajara, la presionaba para que se cambiara de ropa si pensaba que era "demasiado atrevida" y trató de aislarla "lo más posible" de su familia y amistades, criticando sus salidas y descalificando a sus contactos y actividades.

A los pocos días de la denuncia, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número 1 de Santander dictó una orden de protección integral para la víctima, que incluía prohibición al acusado de acercarse a ello y de comunicar con su mujer, hasta que finalizara el proceso.

Se piden siete años de prisión por la agresión sexual, nueve meses por el delito de violencia de género física y otros dos años por el de violencia de género habitual, además de 15 años de prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima.