Actualizado 11/01/2010 15:48

El fiscal pide 26 años de cárcel para un hombre acusado de matar a su ex pareja de un disparo en Cullera (Valencia)

El hombre reconoce que efectuó un disparo con un arma que halló en un parque pero asegura que no creía que hubiera "dado a nadie"


VALENCIA, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

El ministerio fiscal solicita una pena de 26 años de prisión para un hombre acusado de matar de un disparo a su ex pareja, con la que había mantenido una relación de 16 años, en la terraza de un bar del municipio valenciano de Cullera en febrero de 2008, después de que ésta se negara a darle dinero para que se comprase tabaco y de pedirle que se fuera. El hombre reconoció que efectuó un disparo con un arma que se encontró en un parque, pero aseguró que no creía que hubiera "dado a nadie".

El hombre afirmó en la vista, que tuvo lugar hoy en la sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia, que no tenía intención de matar a su ex pareja, y reiteró que nunca le había maltratado, insultado o empujado --algo que sí confirmaron algunos de los testigos--. No obstante, reconoció que efectuó un disparo el día de los hechos, pero que estaba "muy mareado" y pensaba que "no hubiera dado a nadie".

El acusado, que definió la relación que mantenía con la víctima como "normal", con "algunas discusiones, como en todas las parejas", afirmó que nunca le había pegado, y que cuando se le hinchaban los ojos era "porque dormía poco". También negó que le amenazara con un cuchillo, tal y como la víctima denunció, cuando ella le dijo que quería romper la relación. Tras esta denuncia, el juez dictó una orden de alejamiento que le prohibía acercarse o comunicarse con la mujer durante 16 meses.

A pesar de ello, el hombre declaró que solía coincidir con su ex pareja en los bares de la zona, aunque siempre que la veía, se iba. El día 26 de febrero de 2008, acudió sobre las 16.30 horas a uno de esos locales, en los que estaba la mujer. Se dirigió a ella y le pidió dinero para comprar tabaco, a lo que ésta se negó.

Seguidamente, según relató el acusado, ella le recordó que no podía aproximarse a menos de 200 metros, por lo que "agaché la cabeza y me fuí". En ese momento, escuchó "risas" y "burlas", le entró "rabia", se dio media vuelta, sacó la pistola que portaba en su pantalón y disparó.

"Algunos se echaron a reir, me quedé en blanco, me giré y disparé, y no sé si le día a alguien", relató el hombre, y prosiguió: "iba muy mareado, no creía que le hubiera dado a nadie, no me enteré ni de cuándo disparé". En este punto reiteró que ese día había bebido varios vasos de 'cazalla' y cervezas.

Tras ello, indicó que se fue del lugar andando, hasta que momentos más tarde le detuvo la Policía. Explicó que el arma que había utilizado se la había encontrado días antes en un parque de la localidad, debajo de uno de los bancos. Afirmó que observó una bolsa, la abrió y halló la pistola, seis balas y unos guantes. "No la entregué a la policía por tonto", dijo.

Afirmó que confesó a un cura que se había encontrado con el arma, y que se la iba a guardar por si alguien le intentaba hacer daño, ya que desde que se había separado vivía en un coche. "La guardaba para defenderme", subrayó. También se la mostró al propietario de un bar, a quien le dio las balas y minutos más tarde las recuperó.

"FUE DIRECTAMENTE A ELLA"

Frente a la versión del acusado, dos de las mujeres que acompañaban a la víctima el día de los hechos, con quienes tomaba un café en el bar, afirmaron que el hombre "fue directamente a por ella, no apuntó a nadie más". Aseveraron que acudió al local y le pidió dinero para tabaco.

Tras no dárselo y pedirle que se fuera, éste salió y regresó a la media hora. Entonces él volvió a requerirle que saliera, ésta se negó, y él se fue "cara a ella", sacó una pistola que portaba y le disparó. "No había pasado ni media hora desde que vino la primera vez, y no iba bebido, se le veía muy tranquilo".

"TODOS AMENAZADOS"

Los padres de la víctima --quienes habían cedido una casita de la parcela en la que vivían para que residiera su hija con el acusado-- constataron que ésta presentaba en ocasiones hematomas e hinchazones, y afirmaron que al preguntarle por ello, les contestaba que se había caído o se había golpeado. Sin embargo, ellos sabían que "había sido él", "nos mentía para que no nos metiéramos, porque nos había amenazado a todos".

La madre afirmó que la relación que mantenía su hija con el acusado era "de mucha violencia", y, de hecho, ella le confesó en varias ocasiones que "tenía miedo", sobre todo tras ponerle la denuncia por amenazarle con un cuchillo. Tras ello, la mujer "nunca iba sola, siempre la acompañaban".

Ante estos hechos, la fiscal encargada de esta causa pide para el hombre una pena de 26 años de cárcel por un delito de asesinato, otro de violencia habitual, uno más de quebrantamiento de condena, y otro de tenencia ilícita de armas. También solicita una indemnización de 200.000 euros para los hijos de la víctima.