Publicado 07/03/2019 18:16

Más de 40 puntos de cuidados gestionados por hombres ofrecerán apoyo en Madrid a las mujeres de la huelga feminista

Ludoteca
AYUNTAMIENTO - Archivo

MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

Más de 40 puntos de cuidados gestionados por hombres ofrecerán apoyo en diferentes barrios y localidades de Madrid a aquellas mujeres que quieran sumarse a la huelga feminista convocada para este 8 de marzo, ofreciendo comidas, ludotecas para menores, cuidados para mayores, zonas de descanso, roperos y aseos.

Según el listado actualizado de la Comisión 8 de Marzo, en la Comunidad de Madrid habrá puntos de cuidado en Alcalá de Henares, Alcorcón, Aranjuez, Collado Villalba, Getafe, Rivas Vaciamadrid y en muchos barrios de la capital, como Aluche, Carabanchel, Lavapiés, Moratalaz, San Blas, Vicálvaro, Vallecas o Villaverde.

Estos puntos, que se desplegarán en edificios municipales, universidades, asociaciones vecinales y centros sociales, entre otros espacios, tendrán todo tipo de horarios. Algunos ofrecerán sus servicios por la mañana hasta primera hora de la tarde, mientras otros prolongarán su apertura hasta la noche, cuando finalice la manifestación convocada a las 19 horas en Atocha.

Desde la Comisión 8 de Marzo consideran "imprescindible la existencia de estos puntos durante el día de la huelga", aunque recalcan que "el mayor objetivo por parte de los hombres no es solo facilitar la huelga de cuidados o de consumo" sino "hacerse cargo del reparto desigual y de la responsabilidad en torno al cuidado todos los días del año".

Del mismo modo, los hombres que participan en estos puntos autogestionados han enumerado acciones para ayudar a las mujeres este 8 de marzo, como hacerse cargo de los niños y niñas, cubrir los turnos de servicios mínimos en el trabajo o no consumir durante toda la jornada de huelga.

INICIATIVA DE LOS HOMBRES

La red de puntos de cuidados de Madrid empezó a organizarse el pasado mes de enero con un encuentro en el Centro Social La Ingobernable, en el centro de la capital, al que asistieron más de un centenar de personas. Todos eran hombres, de todas las edades y procedentes de los diferentes puntos cardinales de la ciudad, que respondieron a una convocatoria en forma de interrogante: "¿Qué podemos hacer los hombres para apoyar la huelga feminista?".

"Nosotras el año pasado pedimos a los chicos que se organizaran ellos, que no tuviéramos que ser nosotras las que les dijeran cómo tenían que hacer la huelga. Este año han tomado la iniciativa y nos encanta que se organicen. Es lo que les pedimos en la vida real y en la vida política", explicó a Europa Press una de las voceras de la Comisión 8-M, Suky Reglero, que considera esta iniciativa "un ejemplo para otros hombres".

La sala acondicionada en La Ingobernable para el encuentro se quedó pequeña a pesar de su amplitud. "Estoy muy feliz de ver a tantos señores hablando de esto", admitió uno de los participantes, que junto a otros asistentes tuvo que sentarse en el suelo porque las decenas de sillas desplegadas estaban ocupadas.

Los "puntos de cuidados" ya estuvieron presentes el pasado 8 de marzo, como quedó patente en la reunión, donde intervinieron representantes de una veintena de barrios y localidades madrileñas que en la última huelga feminista se ofrecieron a habilitar espacios donde las mujeres pudieran dejar a sus hijos mientras participaban en las manifestaciones, o en los que encontraron comida cocinada por hombres para que su huelga de cuidados fuera real y efectiva.

"NO SABÍAMOS CAMBIAR PAÑALES"

El propósito este año es que todos esos hombres trabajen en red mejorando la comunicación entre los espacios de cuidados. También, descargar de trabajo a la Comisión 8-M y ofrecer a las mujeres un mapa de todos los puntos de la ciudad que prestarán estas ayudas. La primera parte del encuentro sirvió para analizar la experiencia en 2018 y las carencias a solventar.

"Había vecinas que querían dejar a sus hijos, pero les costaba desprenderse de ellos", apuntaba un chico procedente del barrio de Vicálvaro, mientras un joven del distrito de Arganzuela relató como en su caso se desbordaron las expectativas. "Tuvimos tanta gente que hubo que salir a comprar pan y platos, a pesar de que también había huelga de consumo", dijo disculpándose.

Durante la reflexión colectiva, hubo una conclusión compartida. "Los hombres estamos verdes en cuidados en general, porque nunca nos ha interesado, y tenemos que formarnos", admitía crítico uno de los participantes. "No sabíamos cambiar pañales", apuntaba otro. "Estábamos perdidos en general", terciaba un tercero.

"Como la mujer está a cargo prácticamente de todos los cuidados de la familia, que ellos se hagan partícipes de esos cuidados nos encanta", añade Suky desde la Comisión 8-M, aunque opina que el papel de los hombres durante la huelga debe estar en un segundo plano, sin robar protagonismo a las mujeres.

En el encuentro de hombres también surgió ese debate. "Soy partidario de que si viene un medio de comunicación al punto de cuidados, hay que decirles que ni es el día ni es el momento", defendía uno de ellos. "Por un día al año, no nos toca ser protagonistas", apostillaba otro.

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