Actualizado 19/09/2008 15:18

Roquetas.- López Garzón aboga por trabajar para mejorar las condiciones de convivencia y "evitar rencillas"

GRANADA, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López, indicó hoy que la muerte del trabajador senegalés en Roquetas (Almería) ha sido un caso "realmente triste porque la persona fallecida era apreciada y cumplidora y no tenía ninguna relación con la discusión que trató de pacificar" y apuntó la necesidad de "trabajar para conseguir que la condiciones de vida y convivencia en esta zona ayuden a evitar rencillas".

López Garzón, que acudió hoy a la presentación oficial en Granada del nuevo jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía de Andalucía Oriental, Pedro Luis Mélida, indicó a los periodistas que el incidente ocurrido en Roquetas ha sido fruto de "una situación excepcional" y no se puede relacionar con un enfrentamiento entre razas o nacionalidades.

Alabó el esfuerzo policial desarrollado en estas semanas, ya que "han sido detenidas varias personas que presuntamente estaban implicadas en la pelea" y aseguró que la Guardia Civil trabaja "intensamente" para tratar de poner a disposición judicial al presunto autor de la muerte.

El suceso, sobre el que la titular del Juzgado de Instrucción número uno de Roquetas de Mar decretó el secreto de sumario, provocó distintos altercados que se saldaron con dos bloques de viviendas quemados y daños en vehículos, por lo que la Guardia Civil detuvo a diez varones subsaharianos, de los que uno ingresó en prisión y otros nueve quedaron en libertad con cargos.

Posteriormente, la Guardia Civil detuvo a cuatro menores, tres de nacionalidad española y otro marroquí, por su presunta implicación en la reyerta desencadenada en la barriada conocida como las '200 viviendas'. Los cuatro fueron internados en centros de menores.

La Policía Judicial de la Guardia Civil aún no ha dado con el paradero del presunto agresor del hombre senegalés que, al parecer, discutió con un vecino de origen subsahariano, conocido del fallecido, y entre los que este último trató de mediar al toparse con la pelea cuando, según sus compañeros de piso, salió de casa para llamar a su familia en Senegal.