Actualizado 22/02/2013 13:48

Condenado a dos años y medio de prisión a un joven de Marín (Pontevedra) por agredir sexualmente a dos mujeres mayores

No podrá aproximarse a sus víctimas a una distancia no inferior a 200 metros ni comunicarse con ellas por un período de dos a tres años


PONTEVEDRA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Sección Cuarta de la Audiencia provincial de Pontevedra ha condenado a dos años y medio de prisión a Rosalino C.C., un joven de 26 años del municipio pontevedrés de Marín por agredir sexualmente a dos mujeres de avanzada edad en Cangas en 2011.

El fiscal solicitaba una pena de 7 años y medio de prisión para él. Durante el juicio el acusado reconoció en su declaración ante el juez que en enero de 2011 había escuchado una voz en su cabeza que le inducía a ir detrás de la mujer de 76 años. "Le toqué el hombro y la pierna. Se asustó, gritó y yo me marché", había declarado.

Sobre la tentativa de agresión sexual a una mujer de 63 años a la entrada de un edificio en el barrio de San Roque de Cangas en la noche del 23 de marzo de 2011, el joven indicó que en esa ocasión había sido por "un pensamiento" que se le "pasaba por la cabeza y que decía que le tocara la pierna".

Los gritos de la mujer alertaron a un vecino que corrió tras el joven hasta lograr darle alcance. En ambos casos, el joven llevaba un pasamontañas en la cabeza que, según alegó, utilizaba en el trabajo en Marín cuando tenía frío. En ambos casos, el procesado indicó que quería tocar a sus víctimas, no violarlas.

La primera de ellas, muy nerviosa, declaró que el 28 de enero de 2011 cuando transitaba por el camino de Darbo alguien "saltó de golpe" y le "agarró por el hombro". "Pensé que era el vecino. Me tumbó en el suelo. Me hizo una llave y se echó encima mía. Me rompió la faja y yo me defendía como podía. Me metió la mano por debajo e hizo lo que quería y más", ha manifestado.

La otra víctima también indicó que en el momento del ataque, el joven le "metió la mano en el cuello". "Pensé que era mi marido, como no había nadie. Y me agarró por el muslo", ha precisado. Al percatarse de que se trataba de un desconocido, la mujer gritó y entonces la dejó. "Y me fui detrás de él y le reñí", ha añadido. Un vecino que salió en su auxilio fue el que finalmente consiguió dar alcance al agresor. Esta mujer fue incapaz de reconocer al joven como su atacante cuando se lo solicitó el fiscal.

LEVE RETRASO MENTAL

Durante la vista oral testificaron hasta cinco peritos especializados en psiquiatría y psicología. Todos, con diferentes matices, coincidieron en determinar que el joven sufría un leve retraso mental que, sin embargo, no le evitaba poder comprender las consecuencias de sus actos.

En la sentencia, el tribunal condena al acusado por un delito de agresión sexual con la atenuante de alteración psíquica y la circunstancia agravante de disfraz, a la pena de dos años de prisión. Por el segundo delito de agresión sexual en grado de tentativa, teniendo en cuenta la circunstancia atenuante de alteración psíquica, a la pena de seis meses de prisión.

El acusado lleva cumplidos casi dos años de prisión preventiva en el centro penitenciario pontevedrés de A Lama, por lo que se espera que pronto salga de prisión. Eso sí, el tribunal impone al acusado libertad vigilada por un período de tiempo de cuatro años, medida que se ejecutará después de cumplidas las penas de prisión.

ALEJAMIENTO

Además, prohíbe aproximarse a sus víctimas a una distancia no inferior a 200 metros, a sus domicilios o a cualquier otro lugar en el que se encuentren, así como comunicarse con ellas por cualquier medio, por un período de tres y dos años, respecto a cada una de las víctimas.

En concepto de responsabilidad civil el acusado deberá indemnizar en la cantidad de 4.300 euros por lesiones y daño moral a la primera de las agredidas y 1.710 euros a la segunda. Finalmente en la sentencia se le absuelve de la falta de lesiones.