Actualizado 26/02/2009 19:02

El 18 por ciento de los adolescentes madrileños tiene relaciones sexuales a los 14 años como edad media

MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

El 18 por ciento de los adolescentes madrileños ha tenido relaciones sexuales coitales a los 14 años, como edad media, y estas relaciones aumentan con la edad. Además, el 93 por ciento de los que tuvieron relaciones sexuales en el último año usó algún método anticonceptivo, y el 76 por ciento dijo haber recibido información sobre sexualidad.

Al respecto, las fuentes de la información sobre sexualidad o anticoncepción provino del colegio o instituto, los amigos y, en último lugar, de los padres, según concluye el estudio que presentó hoy la Universidad Pontificia Comillas-ICAI-ICADE, 'Adolescencia y riesgo: un estudio comparativo en tres comunidades autónomas", subvencionado por el Plan Nacional de I+D+i, del Ministerio de Ciencia e Innovación entre los años 2006 y 2008.

En otros puntos, el trabajo concluye que las chicas hacen menos deporte, fuman y beben más, y padecen más problemas de alimentación que los chicos, mientras que ellos son mayoría en las conductas de violencia e inseguridad vial.

Así, el equipo de investigación formado por los doctores Carmen Meneses (directora), Jorge Uroz y Silvia Giménez, del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la universidad coordinó el proyecto, que abarca las comunidades de Andalucía, Madrid y País Vasco, y en el que participaron investigadores de las universidades de Granada, Sevilla y País Vasco, junto al Servicio Vasco de Salud, para analizar y comparar comportamientos y situaciones de riesgo para la salud en adolescentes de 13 a 18 años.

Los datos relativos a Madrid fueron recogidos mediante una muestra representativa de estudiantes de la Educación Secundaria Obligatoria, más de 1.720 adolescentes que residen en zonas urbanas madrileñas.

Entre los riesgos que amenazan más a los hombres, los datos especifican que en el último año un 23,6 por ciento de los adolescentes madrileños vivió una situación de peligro en el coche, mientras que un 10,3 por ciento lo vivió en un ciclomotor, y un 27,3 en una bicicleta. Un 20,8 por ciento admitió que nunca se puso el casco cuando montó en moto y el 58,2, cuando iba en bicicleta por carretera. Además, el 32 por ciento dijo que una o más veces condujo una moto a más velocidad de la permitida.

En relación con las conductas violentas, el 22 por ciento de los adolescentes de Madrid participó en el último año en alguna pelea física, con mayoría de participación de varones (32,5 junto al 13,4 de mujeres). Todas las acciones (verbales, de exclusión, físicas o de agresión sexual) se produjeron entre compañeros.

Respecto al consumo de drogas y alcohol, los resultados del estudio llegan a datos similares a los encontrados en las encuestas del Plan Nacional sobre Drogas. Así, los adolescentes indicaron que les era fácil conseguir cerveza (77 por ciento), tabaco (76), vino o calimocho (75) y combinados (58).

En este sentido, el 27,7 por ciento confesó que se había emborrachado en el último año, pero las mujeres fueron mayoría en este apartado, un 32,5 por ciento al lado del 24,8 de varones. Ellas, además, demostraron ser las que más fuman, en un 17,7 por ciento que superó el 12,2 de los chicos.

En relación con las diferencias entre géneros, el estudio añade que las mujeres, además, son las que más sufren trastornos de alimentación, aunque el 40 por ciento de chicas y chicos asumió que se había comprometido a realizar un régimen alimentario. Para finalizar, el 80 por ciento de los adolescentes hace deporte semanalmente, aunque las chicas son la minoría.

El estudio concluye que se encontraron dos factores de protección sobre dichos comportamientos de riesgo. En primer lugar, el "factor familiar", el que "hace referencia a la comunicación" y que engloba "el apoyo, la cercanía, el cariño"; en segundo lugar, el "factor religioso". El trabajo puntualiza que quienes tenían mayores puntuaciones en estos dos factores manifestaban que las conductas de riesgo se daban con menor frecuencia.