Publicado 20/04/2015 14:28

Expertos analizan el caso de la Ballesta


MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

Problemas de socialización, resentimiento y algún tipo de trastorno psicológico son algunas de las causas que podrían causar la "tormenta perfecta" como la que habría movido este lunes a un adolescente de segundo curso de ESO a atacar a sus profesores y compañeros de colegio con una ballesta, según los psicólogos y pedagogos consultados por Europa Press.

El menor, de 13 años, se ha presentado en su colegio, en el distrito barcelonés de Sant Andreu, y ha atacado a una profesora del centro, a quien ha herido, además de matar a otro docente que ha intentado defenderla y a varias personas más.

Los psicólogos y pedagogos han subrayado que, dado lo reciente de los hechos y la falta de datos sobre el menor, no es posible hacer más que "conjeturas".

Por un lado, el profesor de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid Manuel Giménez Guadix ha incidido en que son muchas las causas que pueden llegar a producir un incidente como este desde un punto de vista psicológico, y que van desde los "factores ambientales", como el consumo de drogas o alcohol, hasta problemas educativos, de socialización (rasgos antisociales) o de control de la ira, entre otros muchos.

A su juicio, las declaraciones de compañeros de escuela del menor que aseguran que el agresor tenía una "lista" de víctimas indicaría que "no ha sido impulsivo" y que "posiblemente llevaba tiempo preparándolo o meditándolo". "Es posible imaginar algo así y que haya algún tipo de problema psicológico --ha señalado-- siendo algo tan extremo en un chaval de tan corta edad es muy llamativo".

Para el pedagogo y psicólogo Valentín Martínez Otero, probablemente se trate de una persona con un trastorno psicológico y, quizá, con algún tipo de resentimiento. "A veces basta con que, desde su percepción particular, se haya visto humillado por un comentario, algunas calificaciones que no son de su agrado o que haya percibido que no se le trataba debidamente", ha explicado.

"Nos hallamos en un tiempo en el que los adolescentes están cada vez más inmersos en un mundo tecnificado en el que cada vez son más los modelos de violencia a través de los vídeos, de las películas --ha indicado-- Si además hay una predisposición por una personalidad desequilibrada...".

Con respecto a esto, Martínez Otero ha señalado a referencias culturales como el cine o la televisión y, ha aventurado que el arma utilizada podría indicar que el autor de la matanza se ha podido inspirar en "algún personaje referencial".

JUEGOS Y SERIES DE TV

En esta línea, el psicólogo educativo Jesús Ramírez ha apuntado a que el modo de atacar "parece una copia de algún juego o de alguna serie de TV". "Parece ser que la ballesta estaba hecha por él mismo con madera y bolígrafos, pero también llevaba un cuchillo o una navaja y una botella de ácido", ha señalado.

Martínez Otero ha recordado que en otros países como EE.UU., el número de incidentes de este tipo que ocurren es mayor debido a la mayor facilidad para disponer de armas. "En la medida que esto suceda también en nuestro país será también más frecuente que ocurran estos hechos", ha indicado.

En cuanto al papel que juegan padres y educadores en la prevención de casos o estallidos de violencia, los expertos han asegurado que "a veces resulta imposible" advertir una situación de desequilibrio psicológico que lleve a este tipo de situaciones.

Para Ramírez, hay diferentes trastornos que se generan en la niñez, que pueden generar este tipo de conductas y que son diagnosticables. Sin embargo ha señalado también que, incluso cuando existen este tipo de trastornos, es "muy difícil que se consolide el acto criminal de manera física". "Lo normal es que, a pesar de ese diagnóstico, no lleguen a materializar sus ideas agresivas o asesinas", ha asegurado.

Igualmente, Giménez Guadix considera que este caso "se sale de cualquier parámetro frecuente o normal". "Las recomendaciones básicas para educar a un hijo son las normas básicas para que aprenda a regularse y comportarse, y una afectividad y pautas de refuerzo positivo del comportamiento, razonamiento verbal... pero son pautas que a menudo fallan y no necesariamente conducen a manifestaciones tan extremas", ha explicado Giménez Guadix.

Por su parte, Martínez Otero ha hecho hincapié en la necesidad de que los padres de hijos adolescentes o que entran en esta etapa "tengan un diálogo suficiente" con sus hijos.

"En estas edades cada vez demandan más espacios propios y está bien, pero en modo alguno ha de impedir que haya un conocimiento básico de lo que hacen los hijos, de cuáles son sus amistades, a qué dedican su tiempo libre o de ocio. Es fundamental", ha indicado.

Para el psicólogo y pedagogo, "no se puede asegurar que este tipo de cuestiones no van a ocurrir" pero sí ha incidido en que "muchas se podrían prevenir" con un buen cauce de comunicación y conocimiento entre padres e hijos.