MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
La representante especial del secretario general de la ONU sobre Violencia Sexual en los Conflictos, Margot Wallström, ha advertido de que los civiles siguen siendo los que más sufren las guerras, especialmente los niños y las mujeres, y ha descrito la violación como una herramienta que se usa en los conflictos para generar terror y controlar a la población.
"Desgraciadamente, es un arma muy eficaz, barata y silenciosa con un efecto duradero en la sociedad", afirma Wallström en una entrevista publicada este jueves por el Centro de Noticias de la ONU. "Es una forma de demostrar poder y dominio. Atemoriza a toda la comunidad y envía un mensaje a los hombres: 'No sois capaces de defender a vuestras mujeres'", explica.
Wallström, que llegó al cargo que ocupa en la ONU el pasado mes de febrero, visitó en abril República Democrática del Congo (RDC), un país del que ha dicho que es "la capital de la violación en el mundo".
Según el Fondo de Población de Naciones Unidas, más de 8.000 personas fueron violadas en la RDC el año pasado durante los enfrentamientos entre los distintos bandos. Hace sólo unos meses, se informó de las violaciones y agresiones sufridas por decenas de civiles en el este de la RDC durante un periodo de cuatro días.
"Se puede constatar que fue sistemático y que se planeó. En aquel momento no hubo asesinatos, pero esto se utilizó para extender el terror y el miedo", señala la representante especial en referencia a las atrocidades que se cometieron en Walikale, en la provincia congoleña de Kivu Norte, entre el 30 de julio y el 2 de agosto.
Wallström ha insistido en muchas ocasiones en la necesidad de convertir la prevención de la violencia sexual en una prioridad y de acabar con la impunidad de la que gozan los autores de estos crímenes. "Creo que lo más importante es demostrar que perseguimos a los perpetradores de los crímenes, que los encontraremos y que serán castigados", subraya.
La representante especial dice en la entrevista que aunque en los últimos meses la RDC ha cobrado un especial protagonismo, "la violencia sexual en los conflictos es un flagelo mundial". Así, añade, que también se han dado muchos casos en Nepal, Timor Oriental, Birmania y Colombia, por ejemplo. "Demostraremos que libramos una guerra global, no sólo en África", asevera.
