Actualizado 19/09/2008 14:16

La polio se extiende en Pakistán por el aumento de la violencia y la hostilidad hacia la vacunación

ISLAMABAD, 19 Sep. (Reuters/EP) -

Los índices de polio en Pakistán se están extendiendo a medida que aumenta la violencia por los enfrentamientos entre el Ejército y los milicianos islamistas así como la hostilidad creciente hacia los equipos de vacunación.

Pakistán es uno de los pocos países donde esta enfermedad todavía existe. La polio, que se extiende por la insalubridad, también es endémica en nuestros días en Nigeria, India y Afganistán. Este año ya se han registrado en Pakistán 55 casos de polio, en comparación con los 32 del año pasado y los 39 de 2006.

Los combates que mantienen las tropas paquistaníes con los milicianos en el noroeste del país, sobre todo en las zonas cercanas a la frontera con Afganistán, han afectado gravemente a los esfuerzos por llevar la vacunación a todos los niños.

En partes del Valle del Swat y de las zonas tribales del país no ha sido posible vacunar a los niños en bastante tiempo, lo que significa que el número de menores susceptibles de contraer la enfermedad aumenta, explicó Melisa Corkum, representante de UNICEF, quien subrayó que los médicos que acuden a estas zonas corren un gran peligro por los enfrentamientos.

Pero además de esta circunstancia, los médicos tienen que hacer frente a las dudas o incluso hostilidad de la gente que cree que la campaña de vacunación contra esta enfermedad, altamente infecciosa, se trata de un complot.

Algunos de los clérigos musulmanes más conservadores de la zona tribal junto a la frontera con Afganistán se han opuesto a estas campañas alegando que se trata de un complot occidental para esterilizar a la población.

El año pasado un médico y otro trabajador de una de estas campañas murieron en una explosión en una carretera de la región de Bajaur, lo que provocó que la vacunación se suspendiera. Según el Ministerio de Sanidad paquistaní, los médicos son incluso atacados en periodos de tregua entre el Ejército y los insurgentes.

"Durante los recientes acuerdos de paz con los milicianos, el Gobierno había intentado que dejaran de atacar a nuestros médicos. Pero aun así eran atacados. Durante la última campaña uno de los doctores fue secuestrado", señaló un representante del Ministerio.