Actualizado 09/06/2010 18:44

Un vecino de Gijón acepta dos años de prisión por compartir archivos pedófilos en Internet

OVIEDO, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un vecino de Gijón, J.L.A.L., sin antecedentes penales, fue condenado a dos años de prisión por haber almacenado y compartido material pedófilo a través de Internet. El magistrado del Juzgado de lo Penal número 3 de Gijón señala que sus actuaciones son constitutivas de un delito de corrupción de menores, concretado en el artículo 189 del Código Penal. El acusado reconoció los hechos que y la vista no llegó a desarrollarse. Únicamente consistió en la ratificación por parte del acusado de los hechos y la pena.

El mencionado artículo del Código Penal señala que será condenado con una pena de uno a cuatro años "el que produjere, vendiere, distribuyere, exhibiere o facilitare la producción, venta, difusión o exhibición por cualquier medio de material pornográfico en cuya elaboración hayan sido utilizados menores de edad o incapaces, o lo poseyere para estos fines, aunque el material tuviere su origen en el extranjero o fuere desconocido".

La investigación que terminó con la detención de J.L.A.L. comenzó en el Juzgado de Instrucción número 1 de Frenegal de la Sierra, en Badajoz, después de la denuncia de un particular que descubrió un foro donde se intercambiaban archivos pornográficos de contenido pedófilo.

Según se señala en la Sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, tras localizar a J.L.A.L., la Policía registró su domicilio en Gijón el 12 de mayo de 2009, localizando en su ordenador 216 archivos de imagen y cuatro vídeos con contenido pornográfico infantil. En otro soporte USB encontraron 197 imágenes, siete vídeos y otros 159 imágenes que habían sido borrados, todos de contenido pedófilo. En todos esos archivos aparecían menores de 13 años, algunos de muy corta edad, incluso de 4 o 5 años en actitud sexual explícita o practicándolo con adultos.

Todo ese material era compartido por el acusado con otros internados a través de mensajes de correo electrónico, tal y como se aprecia en los correos electrónicos del condenado. También los compartía a través de redes sociales como Facebook o Twitter.

Leer más acerca de: