COPENHAGUE, 14 Dic. (de la enviada especial de Europa Press María Pin) -
Cientos de activistas antiglobalización volvieron a tomar este lunes el centro de Copenhague, al grito de 'anticapitalista' y bajo la atenta mirada de decenas de policías, y se dirigieron hacia el Ministerio de Defensa de Dinamarca para protestar por las detenciones realizadas durante el pasado fin de semana.
A lo largo de la marcha, que se componía de una fila central de personas acotada por multitud de jóvenes con los brazos entrelazados para impedir que la policía se acercara a sus compañeros, no había ninguna referencia a la Cumbre del Clima que se celebra estos días en la capital danesa ni carteles relacionados con la defensa del medio ambiente o el ecologismo.
Entre los manifestantes también había españoles, como Laura, de León, que había viajado sola el pasado domingo para participar en las múltiples acciones organizadas paralelamente a la cita internacional sobre el calentamiento global por los grupos antiglobalización que han conseguido atraer a jóvenes de multitud de países. Entre los que vienen de España, según esta joven, destacan los miembros del grupo asturiano Escanda, que se autodefine como "espacio social colectivo para la autogestión, la diversidad y la autonomía".
En esta jornada, el acto tenía como objetivo, según denuncian, protestar contra las detenciones preventivas del pasado fin de semana, como la del holandés Giovanni Dorrestein, que asegura haber estado esposado en la calle durante nueve horas el sábado. Este joven de Utrech, de 24 años de edad, relata como él y un amigo acudieron de nuevo a una manifestación ayer domingo, tras ser puestos en libertad, con la mala suerte de que su compañero fue detenido en otra redada en la que 'cayeron' otros cientos de jóvenes. Aún desconocía su paradero en la noche de ayer.
'Refugiado' en un bar de Christiania, el barrio de Copenhague que más se parece a Amsterdam --está permitido vender, comprar y consumir drogas blandas-- relata cómo después del lanzamiento de alguna piedra en medio de la manifestación, la policía danesa cerró una calle y detuvo al millar de personas que se encontraban en ella. Según su relato, no fue trasladado a ninguna comisaría sino que permaneció en la calle hasta que finalmente decidieron liberarlo.
Hoy no acudió a la marcha ante el Ministerio de Defensa por temor a ser detenido, ya que abandonaba la ciudad y no quería perder el avión porque debe volver al trabajo. Este manager musical asegura que viajó a la ciudad para acompañar a su amigo antiglobalización, y se refugió en uno de los 'cuarteles generales' que los activistas daneses han puesto a disposición de sus 'colegas' extranjeros, donde pueden pernoctar gratis hasta 2.000 jóvenes para participar en las protestas. Sin embargo, Giovanni tampoco habla mucho de clima, no se declara ecologista y pasa sus últimas horas en un barrio en el que sus habitantes aseguran no haber visto a muchos asistentes a la Cumbre por los alrededores.
