Actualizado 22/11/2010 19:55

Hugo Morán (PSOE) tiene "miedo" al oír a Aznar hablar de ecologismo a pesar de "su amor por el verde del billete dólar"


MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

El secretario federal de Medio Ambiente y Desarrollo Rural del PSOE, Hugo Morán ha señalado que "da miedo oír a (el ex presidente del Gobierno José María) Aznar hablar de ecologismo", ya que en su opinión, "su amor por el verde del billete dólar no le convierte en ecologista".

Así se ha manifestado Morán en relación con el prólogo escrito por el ex presidente en el libro de la fundación del PP FAES 'Ecologismo sensato en España'. Para el portavoz de medioambiente del PSOE, Aznar "no puede negar la evidencia del cambio climático y a la vez auto proclamarse líder de la lucha contra el calentamiento del planeta".

Además, ha añadido que no se puede prologar un día libros que niegan la evidencia del cambio climático y, al día siguiente, auto proclamarse líder de la lucha contra el calentamiento del planeta, al tiempo que ha subrayado que aún no ha desaparecido de la memoria de los ciudadanos "la impronta de la herencia aznarista" como para que ahora su autor "pretenda reescribirla como si nada hubiera sucedido antes".

"Produce miedo y pavor cómo Aznar presume de ecologismo cuando entre sus grandes logros fue provocar la mayor catástrofe ecológica de nuestro país enviando al 'Prestige' al 'quinto pino' e inundando nuestro mar y nuestras costas de un chapapote que fluía, como decía su entonces ministro Rajoy, 'como unos hilillos de plastilina'", ha apostillado.

Asimismo, Morán ha calificado de "contradicción" introducir en el mismo discurso el concepto de "convicción ecologista profunda" y el de "ecologismo sensato" porque esto lleva a admitir que existe un "ecologismo insensato". Por este motivo, insiste en que el discurso del predecesor de José Luis Rodríguez Zapatero es "engañoso" y que "da por sentado" que sólo lo que él define como ecologismo es sensato y que todo lo demás debe ser rechazado.

Por otro lado, ha tildado de "hipocresía absoluta" que Aznar "presuma" de haber firmado en 2004 el Protocolo de Kioto, porque en esa fecha las emisiones de gases de efecto invernadero estaban en el 44 por ciento por encima del año base (1990) y no existían ni estrategia ni medidas de lucha contra el cambio climático, "sencillamente porque la política medioambiental no le importó nada".

En este contexto, recomienda a José María Aznar que, "si quiere ser creíble en su nuevo discurso" debe comenzar por admitir que las políticas ambientales que patrocinó al frente del Gobierno de España "nunca fueron tales", y que el "lastre de su legado" le supone ahora al país un "sobreesfuerzo".

Finalmente, le aconseja que se desvincule de los movimientos pseudo-científicos que "promueven teorías contra la evolución hacia modelos energéticos cada vez más bajos en emisiones, hacia políticas de ocupación del suelo más racionales o hacia sistemas de gestión de los recursos naturales como el agua más sostenibles".