MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Nacional de Meteorología (INM) avisó ayer de la posibilidad de aludes, incluso por sobrecargas débiles, en zonas altas del Pirineo aragonés y navarro, según datos recogidos por Europa Press. Tres esquiadores fallecieron hoy tras ser sepultados por una avalancha en la estación de Formigal (Huesca).
"En las zonas altas, especialmente en las pendientes menos soleadas, donde la evolución de la nieve es mas lenta, el manto se halla más débilmente estabilizado, y además debe tenerse presente que en numerosos lugares contiene estratos internos cuyo origen pudo ser la escarcha de profundidad, o bien las placas de rehielo o de viento sepultadas, y que podrían actuar como planos de deslizamiento en caso de ceder los anclajes de las capas superiores", señala el aviso, válido hasta las 24 horas de hoy.
Así pues, se preveían en las vertientes con pendiente favorable el posible desencadenamiento de aludes incluso por sobrecargas débiles. Además, el INM alertó de que el riesgo puede verse acentuado por la presencia de estructuras susceptibles de desplome o rotura, tales como cornisas y placas de viento, en las cercanías de las cuales es preciso extremar las precauciones.
En altitudes bajas y medias, tanto en el Pirineo navarro como en el aragonés, también se avisó de probables coladas de dimensiones pequeñas o medianas causadas por la purga de nieve reciente. En general, por debajo de los 2.400 metros, el manto se consideraba bien estabilizado y, salvo en algunas pendientes suficientemente propicias a los aludes, no se esperaban salidas espontáneas de aludes de gran amplitud.
Entre los 1.500 y 2.000 metros la profundidad media del manto se cifraba ayer en torno a los 25 centímetros, con espesores de unos 5 a 10 centímetros de nieve recién caída.
