Actualizado 17/12/2013 21:17

Investigadores del INIA defienden las biorrefinerías de tercera generación para reducir la dependencia de petróleo


MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

El investigador del departamento de productos forestales del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria Alimentaria (INIA), Juan Carlos Villar, considera que es necesario desarrollar las biorrefinerías de tercera generación --que está impulsando la UE-- porque son "más ambiciosas" ya que pueden obtener combustible a partir de una mayor diversidad de residuos procedentes de la agricultura, la ganadería, la petroquímica o de las empresas papeleras.

Durante la conferencia que impartirá este martes en la Real Academia de Ingeniería a las 18.30 horas, el investigador explicará cómo con las biorrefinerías se puede reducir la dependencia energética de petróleo y gas y, a la vez, disminuir las emisiones de CO2.

Además, explicará qué son las biorefinerías, los procesos mecánicos, térmicos, químicos o bioquímicos en los que la materia prima vegetal o animal se transforma en una "amplia" variedad de productos, como energía, biocombustibles, biopolímeros y productos químicos de base. Estos nuevos productos son "químicamente idénticos" a los que se pueden obtener a partir de matieraias primas fósiles, con la diferencia de que se optimizan todos los recursos necesarios como el agua, la energía, el aire o la propia materia prima, ya que se busca el residuo cero.

Entre las razones para implantar esta tecnología, el investigador defenderá algunas como la reducción de la dependencia del petróleo y la huella de CO2; la minimización de los residuos agroindustriales; la creación de nuevos productos o la valorización de la producción agro-forestal, con la consiguiente fijación de población en las áreas rurales.

Por otro lado, subrayará que en términos económicos, la utilización de residuos como materia prima en las refinerías consigue producir biocombustibles con un menor impacto, ya que la materia prima se produce, independientemente de que se dedique o no a las refinerías. Con ello se evita la subida del precio de algunos cultivos como el maíz, o la dedicación de una extensión enorme de terreno cultivable a producir la materia prima.

De hecho, añadirá en su intervención que si se utilizan residuos el valor añadido del cultivo aumentará y puesto que el residuo no puede transportanrse muy lejos de su lugar de producción fomentaría la creación de industria y empleo en las zonas rurales.

Asimismo, otro de los beneficios de las biorrefinerías es que las plantas, que son su principal materia prima, actúan como sumideros de CO2 y no provocan contaminantes atmosféricos derivados del azufre o el nitrógeno procedentes de la combustión del petróleo que conducen a problemas de contaminación y de la salud humana.