Actualizado 11/04/2013 15:56

Prestige.- Un físico vincula el accidente del buque con un fenómeno de "olas anormales"

Recurso del Prestige
Reuters

Cree que el origen de los daños pudo estar en una ola "de 16 metros y con mucha inclinación"


LA CORUÑA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

El profesor de Física de la Universidad William and Mary, de Virginia (Estados Unidos) y consultor sobre estructuras navales, Alfred Osborne, ha atribuido a un fenómeno de "olas anormales" el accidente que registró el buque 'Prestige' el 13 de noviembre de 2002, en el juicio que se celebra por la catástrofe marítima.

En concreto, este perito de la defensa del capitán y de la propietaria del buque, ha considerado que el origen de los daños que registró el 'Prestige' estuvo en una ola "de 16 metros y con mucha inclinación".

Osborne, que realizó a petición de la propietaria del buque Mare Shipping un análisis sobre el estado del mar, ha dicho que este fenómeno es "mucho más probable de lo que se pensaba", en referencia a los estudios realizados en los últimos años.

En particular, ha incidido en que "en las costas españolas, hay tantas olas anormales como en cualquier otro lugar del mundo", en alusión, entre otros, a las conclusiones de un estudio de 2010 de Puertos del Estado que ha aportado la defensa del capitán, Apostolos Mangouras, en su interrogatorio.

OLA "MUY INCLINADA"

En su declaración, Osborne ha considerado con "una alta probabilidad" que una ola "de 16 metros y muy inclinada" hubiese golpeado al buque el día del accidente.

Preguntado sobre el "tren de olas" que pudo haber afectado al 'Prestige', ha precisado que las olas "anormales" no tienen por qué ser "gigantes", sí tener "un rompiente fuerte".

En concreto, sobre el día del siniestro del 'Prestige', ha descartado que hubiese "nada anormal" en la altura de las olas el 13 de noviembre de 2002, en consonancia con las conclusiones de su informe en las que las considera "normal" para el temporal de un "típico invierno".

Sin embargo, sí ha considerado importante "el periodo de las olas, que era de 9 segundos y provocaba una inclinación muy pronunciada", ha explicado. Sobre el hecho de que solo afectasen a este buque y no a otros, ha apuntado que la probabilidad de que existan es "una de cada 1.000", pero que ese día era "una de cada 300".

Por otra parte, preguntado por la Fiscalía por qué no se recogía nada sobre este fenómeno en el libro de navegación, este perito ha dicho que "cuando una ola grande golpea, nadie tiene tiempo de escribir nada". "Tienen cosas más importantes que hacer", ha sentenciado.