Actualizado 14/03/2013 12:39

Un perito dice que España actuó en la gestión de la catástrofe como "avestruz que mete la cabeza en la arena"

Recurso del Prestige
Reuters

Defiende que el buque debió llevarse a un puerto refugio y que alejarlo rumbo noroeste era "pedir a gritos problemas mayores"


LA CORUÑA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

El perito holandés Klass Reigniger, propuesto por la propietaria del 'Prestige', Mare Shipping, y la defensa del capitán, Apostolos Mangouras, ha comparado la actuación de las autoridades españolas en la gestión de esta catástrofe con la de "un avestruz que mete la cabeza en la arena y espera que ocurra lo menos malo posible".

En el juicio por el siniestro marítimo, Reigniger ha defendido que la "solución" era llevar el barco "a un puerto refugio", en alusión a la ensenada de Corcubión, y ha tildado de "incomprensible" la decisión de alejarlo. Así, ha sostenido que llevarlo rumbo noroeste era "pedir a gritos la creación de problemas mayores".

"Si se quería alejar, por lo menos, llevarlo rumbo suroeste", ha sentenciado este perito, con 43 años de experiencia en salvamento marítimo y que trabajó para Smit Tak, actual Smit Salvage, la empresa de rescate que contrató la armadora.

ENCENDIDO DE LA MÁQUINA

En su declaración, Reigniger ha admitido que el buque estaba "herido" el mismo día del accidente --el 13 de noviembre de 2002-- y ha argumentado que debió llevarse, por ello, a puerto refugio.

También ha cuestionado la decisión de encender la máquina del 'Prestige' el día 14, que adoptó el inspector marítimo Serafín Díaz Regueiro, la primera persona que mandaron las autoridades españolas al buque.

En concreto, ha dicho que tomar esta medida, sin haber realizado una inspección previa, "va en contra de los principios fundamentales de salvamento". "Sin una inspección nunca se arranca una máquina", ha remarcado este perito holandés al advertir que esto puede ocasionar "un daño estructural grave".

ESCORA DEL BUQUE

Sobre la decisión del capitán del 'Prestige' de corregir la escora de 25 grados que tenía el barco con el lastrado de tanques con agua, ha admitido que, de estar allí, no habría aconsejado al capitán "hacerlo".

"Pero con la escora que había hay que elegir", ha remarcado este perito, para quien Apostolos Mangouras merece "un gran aplauso" por tomar una decisión "sin tener un conocimiento completo de la situación".

Este perito ha manifestado que, a pesar de sus 43 años de experiencia, nunca ha estado en un buque con una escora así y ha apuntado que si las personas presentes en el juicio hubiesen permanecido en un barco así "se hubiesen hecho aguas menores en sus pantalones", ha citado como ejemplo.

El mismo argumento de su experiencia ha utilizado para afirmar que, durante su vida profesional, no se encontró una gestión "tan caótica" como la del 'Prestige'.