Actualizado 29/01/2013 16:05

La UICN publica dos libros sobre las dunas y los espartales, dos ecosistemas "vitales" para el Mediterráneo


MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

El centro de cooperación del Mediterráneo de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN-Med) ha presentado dos nuevas publicaciones sobre dunas y espartales, con el objetivo de contribuir a un mejor conocimiento de estos ecosistemas, que el organismo considera "vitales para la región mediterránea" y proporcionar recomendaciones para su restauración y gestión sostenible.

En el trabajo han colaborado la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y UICN-Med para implementar acciones que promuevan el desarrollo sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales en la región mediterránea y en particular en el Norte de África.

Así, UICN-Med destaca que los ecosistemas dunares cumplen un papel vital en la protección del litoral y prevención de los riesgos causados por la elevación del nivel del mar ante el cambio climático.

Su recuperación y conservación permiten aumentar su resistencia y adaptación de estos ecosistemas costeros al cambio climático y contribuyen a la fijación de nuestras playas, recursos esenciales para el turismo.

Por su parte, los espartales constituyen uno de los ecosistemas más representativos de las zonas semiáridas de la cuenca mediterránea. Estas comunidades han sido utilizadas por los humanos desde hace miles de años, tanto para la recolección del esparto y uso de su valiosa fibra, como para el pastoreo, entre otros muchos usos.

Su preservación y recuperación contribuyen a frenar la erosión de los suelos y luchar contra la desertificación, así como fomentar el desarrollo rural, generar recursos económicos y fijar empleo local. El manual de esparto ha sido elaborado en colaboración con la Universidad de Alicante y el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo.

El director del Centro de Cooperación del Mediterráneo de UICN, Antonio Troya, ha manifestado su confianza en que la difusión de estos conocimientos para su aplicación práctica en acciones de restauración contribuya a mejorar las condiciones de estos ecosistemas y, con ello, a proteger la biodiversidad y promover el bienestar humano.