Actualizado 20/08/2010 19:46

Voluntarios intentan devolver al mar a 15 ballenas piloto varadas en una playa tras la muerte de otras 43

MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de voluntarios está pasando la noche vigilando a 15 ballenas piloto varadas en las costas de la península de Karikari, en el extremo norte de Nueva Zelanda. Hasta ahora han fracasado los intentos de devolver a los cetáceos al mar aprovechando la marea alta pero durante el amanecer los técnicos volverán a intentarlo.

En total fueron 58 los cetáceos que han llegado a las playas al norte de Kaitaia y pese a los esfuerzos de los vecinos de la zona 43 de los ejemplares ya han muerto.

"Sospechamos que se quedaron varadas por la noche, y lamentablemente solo sobrevivieron 15 de ellas", dijo Mike Davies, del Departamento de Conservación, que no tuvo constancia del incidente hasta el mediodía del viernes.

Polly Raharuri-Toby, una residente local citada por la televisión estatal TVNZ, detalló que el mar está "realmente embravecido" y que hace mucho frío. Raharuri-Toby mostró su esperanza de que no morirá ninguno de ellos.

Los voluntarios intentan ahora juntar a todos los animales. Las persistentes lluvias evitan el riesgo de que las ballenas piloto se sequen, pero al mismo tiempo dificulta los intentos por devolverlas al agua.

Estos mamíferos pesan aproximadamente una tonelada y media. Aunque suelan denominarse ballenas piloto en realidad son cetáceos que pertenecen a la familia Delphinidae, al igual que los delfines.

En 1997 y en el espacio de una semana ocurrieron dos sucesos similares en el mismo área. En ambas ocasiones también murieron la mayoría de las ballenas piloto.

El experto Anton van Helden ha explicado que la zona tiene playas extensas y poco profundas de arena, y es en este tipo de enclaves donde suelen quedar varados los animales marinos.