MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los 106 millones de euros que los españoles enviaron a Haití a través de las ONG tras el terremoto que asoló la isla, fueron una ayuda "ineficiente e insuficiente", según un balance realizado por el ESADE de la Universidad Ramón Llull.
En este sentido, el director del Instituto de Innovación Social de ESADE, Ignasi Carreras, ha asegurado que la respuesta humanitaria de las ONG durante las primeras semanas "no fue eficiente dadas las dificultades de coordinación y de logística", aunque asegura que se sigue desarrollando en unas condiciones "muy complicadas".
Además, el estudio revela que desde el seísmo, se ha registrado la presencia en el país de 11.000 organizaciones diversas, entre ellas, "muchas" pequeñas ONG y voluntarios que, según señala el ESADE, "no estaban adaptados para realizar las tareas de cooperación por no tener equipamiento e infraestructura necesarios". "Han llegado voluntarios que más que ayudar, han incordiado", afirma Carreras.
Asimismo, el balance destaca "la falta de interlocutores y de decisión de la administración local a la hora de habilitar los asentamientos y las infraestructuras dañadas". "Es frustrante", indica la directora de Intermón Oxfam, Ariane Arpa, al tiempo que asegura tener "la sensación de haber estado poniendo parches".
MUCHOS MILITARES
Por su parte, el director de Médicos Sin Fronteras, Aitor Zabalgogeazkoa, ha subrayado que "se apretó demasiado el despliegue de medios militares" cuando, a su juicio, "en ese momento no era tan prioritario como el suministro de material médico". En esta línea, ha afirmado que la "priorización" ha fallado "estrepitasomante, sobre todo, por parte de Naciones Unidas".
El ESADE advierte de que se acerca la temporada de huracanes en Haití, lo que, según indica, supone "un mayor peligro de vulnerabilidad de los damnificados". Por ello, Médicos sin Fronteras considera que ahora lo importante es "definir dónde se encuentran los asentamientos antes del verano, ya que la gente sigue instalada en tiendas provisionales".
Carreras cree que "sería apropiado marcarse un propósito de construcción teniendo en cuenta las prioridades planteadas por la población haitiana". Pero antes, según opina, "es responsabilidad de las administraciones haitianas poner en marcha un plan de expropiación para ubicar a los que se han quedado sin casa".
