Concurren Unidad Progresista, Alternativa Social y la Plataforma Unitaria de Encuentro para la Democratización de la ONCE
MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los 62.171 afiliados con derecho a voto de la ONCE están convocados hoy a las urnas para elegir la composición de los 17 Consejos Territoriales de que dispone la organización y del Consejo General, órgano de Gobierno que habrá de constituirse entre los días 23 y 26 de abril para mantenerse en el poder durante los próximos cuatro años.
El actual presidente, Miguel Carballeda, es también el máximo dirigente del Unidad Progresista (UP), "desde hace años, el grupo electoral hegemónico en la ONCE", informa 'Así Somos', revista de la organización, y concurre de nuevo a los comicios tras ser respaldado por su partido en congreso general el pasado mes de noviembre.
Con un programa político basado en reforzar el juego, apoyar a los mayores e impulsar la integración de las mujeres, la UP ha convocado estas elecciones con tres meses de antelación porque su programa de gestión "está cumplido en su mayoría por encima del 90%" y, dado que los comicios habían de celebrarse este año, el Consejo los ha adelantado para intentar "asegurar que los equipos de gestión y representación estén preparados antes del verano", explica el propio Miguel Carballeda en la publicación mensual.
Así las cosas, el miércoles 62.171 afiliados podrán ejercer su derecho al voto para decidir el futuro de "los más de 100.000 puestos de trabajo y de familias que dependen de la política que al final" practique el Gobierno de la ONCE.
La normativa electoral es muy similar a la de cualquier colegio profesional u organismo de base asociativa. Aunque en 1986 y 1989 se aplicaron regulaciones más restrictivas para la presentación de candidatos al Consejo Territorial, desde 1993 se han ido suavizando (cuando antes se requería el 10% de los votos estatales, ahora se pide un 3%). Para presentar la candidatura al Consejo General, se requiere la concurrencia en tres circunscripciones, obtener un quinceavo de los consejeros territoriales y un 3% de los votos estatales.
LOS CANDIDATOS.
Son tres los grupos de afiliados que concurren en esta octava convocatoria de elecciones generales en la ONCE. En primer lugar, Unidad Progresista, que cuenta con el respaldo de 26.000 asociados y ha sido el grupo más poderoso durante los últimos 20 años de la institución. Su cabeza visible es Miguel Carballeda, que actualmente ostenta la presidencia de la organización.
Con el lema 'La unidad ha sido y es nuestra clave', Carballeda ha presentado a los asociados un programa de 19 puntos que giran sobre aspectos clave como el juego o la autonomía personal de los invidentes. En el primer caso, la UP afirma que luchará "porque el único límite regulatorio sea el techo máximo de ingresos por ventas, teniendo en cuenta que el número de juegos comercializados simultáneamente no afecte de forma negativa a las condiciones laborales de los vendedores".
Respecto a la calidad de vida de los asociados, la UP promete "incrementar anualmente el número de perros guía" hasta llegar a los "140 anuales al final del mandato"; promover el empleo para superar "al menos, un 15% los logros alcanzados en el último mandato"; facilitar "las adaptaciones de libros en un plazo máximo de 30 días" en el servicio bibliográfico; establecer "medidas de discriminación positiva" con mujeres, parados y ciegos totales; y reorientar las escuelas de la ONCE para que "los alumnos puedan incorporarse lo antes posible a un centro educativo ordinario de su entorno con garantías de éxito".
Frente a la UP, se alza Alternativa Social (AS), el grupo de oposición interna con más peso en la institución, que ha contado en el último Gobierno con seis consejeros territoriales. Su coordinador de cargos Públicos es Enrique Martín, que concurre a estas elecciones junto a Roberto Enjuto, el responsable estatal de Comunicación del grupo. El objetivo es acceder al Consejo General.
En primer lugar, defienden el consenso de una nueva normativa electoral "que garantice la plena imparcialidad de los recursos de la institución", así como un cambio en materia de Educación. Consideran que "el braille es indispensable para una correcta formación académica" y por eso lo potenciarán "como no se ha hecho en estos años".
Otro de los pilares de su programa electoral es la gratuidad de "los instrumentos que compensen la discapacidad" que, en opinión de AS, "no debe suponer carga económica añadida" igual que no deben ser más caros los aparatos adaptados a las personas con ceguera, como los relojes o las básculas.
Por último, la Plataforma Unitaria de Encuentro para la Democratización de la ONCE (PUEDO) se enfrenta, por primera vez, a unos comicios en esta octava convocatoria. Su líder Miguel Durán, ya fue director general de la institución y se presenta ahora con la intención de "redemocratizar la ONCE" y conseguir "que se abandone la cobertura a dedo de los puestos de trabajo", algo, que, según denuncian, es la tónica con la gestión de la UP.
"Nos presentamos sabiendo que esta es la contienda de David contra Goliat", afirmó Durán en declaraciones a 'Así Somos', antes de exponer las bases de su programa. Este gira entorno a "la reconstrucción democrática de la institución" y "el diseño hacia el futuro de una ONCE solvente en lo económico, incisiva en lo comercial, suficiente en los social y atractiva en su imagen pública", a través de un cambio radical en todas las dimensiones de la organización.
Este cambio va desde los estatutos hasta el modelo de atención social y pasa por recortar el salario de los directivos y el número de cargos, establecer un cupón "más sencillo, con dos modalidades por semana", dar "un giro copernicano" a la política de servicios sociales y establecer "un nuevo Real Decreto de Ordenación que dé claridad" a su modelo institucional.
