Actualizado 15/10/2007 21:14

ACH advierte que el hambre es sobre todo "un problema político" para el que hay "soluciones concretas"

La FAO afirma que en once años sólo se ha reducido el hambre en tres millones de personas, cuando "se requerían 205 millones" para los ODM


MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

La organización humanitaria Acción contra el Hambre (ACH) advirtió este lunes de que el hambre es sobre todo "un problema político" para el que existen "soluciones técnicas y concretas" que dependen del compromiso de los Gobiernos de cada país y de la comunidad internacional. Por su parte, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió de que entre 1996 y 2007 se redujo el hambre en tres millones de personas en el mundo, cuando "se requerían 205 millones" para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU.

"El hambre no es una casualidad", declaró el director técnico de Acción contra el Hambre, Amador Gómez, durante la presentación en Madrid del informe 'El hambre injusta. Una crónica reciente de la lucha por los alimentos y la dignidad', elaborado por Hunger Watch, un departamento de investigación e incidencia política puesto en marcha por la organización en 2005.

Según ACH, "el hambre, indigna, injusta, ya no es una cuestión de falta de alimento, es una cuestión política". En la actualidad, destaca el informe --presentado en la víspera de la celebración del Día Mundial de la Alimentación--, hay 854 millones de personas en el mundo con desnutrición, una situación cuya solución "es más simple de lo que parece: tan sólo requiere del compromiso político de cada país y de la comunidad internacional".

Según Amador Gómez, "hay soluciones técnicas y concretas". "En Asia y América Latina se han puesto en marcha políticas de inversiones en infraestructuras, agricultura y acceso a servicios básicos que han tenido un impacto real", explicó. "Es posible dar respuestas, existen las soluciones técnicas para dar esas respuestas", aseveró.

Por su parte, el director de la Oficina de Información de la FAO en España, Germán Rojas, señaló durante el acto que el hambre afecta a 206 millones de personas en África, "un tercio de la población total" del continente. Asimismo, advirtió de que entre 1996 y 2007 sólo se redujo en tres millones el número de personas con hambre en el mundo, cuando "se requerían 205 millones para llegar a los Objetivos del Milenio", que prevén reducir a la mitad el hambre en 2015.

DARFUR

A través de los ejemplos de Darfur, Níger, Malaui y Zambia, el informe muestra que entre los factores desencadenantes del hambre se encuentran el sida, los conflictos étnicos, los desastres naturales y el libre mercado, pero advierte de que en última instancia la causa fundamental de este problema es política.

En Darfur, según ACH, detrás del "conflicto étnico" entre "negros africanos" y "milicias árabes", se encuentra en realidad una "guerra por los medios de vida", por la tierra y el agua, "en un contexto de acelerada degradación medioambiental" que, afirmó Gómez, ha generado conflictos entre pastores nómadas y campesinos, que "tradicionalmente habían convivido sin problemas" y que en la actualidad compiten por unos recursos hídricos cada vez más escasos".

Esta guerra "tiene más que ver con la política y con la miseria que con las etnias", asegura la organización. Darfur es una "zona de abandono político, en la que nunca se han realizado políticas de desarrollo ni políticas sociales", afirmó Gómez.

La región también ha sido campo de batalla en las disputas geopolíticas entre los Gobiernos de Libia, Chad y Sudán, razón por la cual han proliferado sin control las armas. "Por 40 euros se puede conseguir un fusil Kalashnikov", añadió.

Por ello, a juicio del director de ACH, las soluciones en Darfur deben ir hacia "objetivos más amplios". "No se trata simplemente de restaurar la seguridad, sino de devolver los medios de vida" a fin de erradicar "las verdaderas causas generadoras del conflicto".

NÍGER

Otro caso destacado en el informe es el de Níger, donde "entre enero y octubre de 2005 se produjo una de las mayores crisis alimentarias de la historia", afirmó Amador Gómez. A lo largo de ese año, unos 230.000 niños nigerinos tuvieron que recibir tratamiento contra la desnutrición, 60.000 de los cuales padecían desnutrición severa, el estadio más cercano a la muerte.

Según ACH, "la comunidad internacional reaccionó sólo al ver en las grandes cadenas de televisión internacionales los cuerpos famélicos de estos pequeños, meses después de que las organizaciones humanitarias internacionales presentes en la zona diesen la voz de alarma".

En aquella ocasión, "se culpó de la tragedia a la sequía y a la plaga de langostas", recuerda ACH. No obstante, en 2005 la producción de cereales fue "sólo un 7,5 por ciento inferior a la cantidad necesaria para cubrir las necesidades alimentarias del país", señala el informe. La periodista Rosa María Tristán, que participó en la presentación del informe, incluso recordó que ella misma había visitado Níger "cuando no habían llegado ni la langosta ni la sequía" y había presenciado "un montón de hambrientos allí por donde pasaba".

Por tanto, las causas reales de la hambruna deben buscarse en la imposición internacional de mecanismos de libre mercado que, entre otras cosas, acabaron con la costumbre de almacenar reservas de alimentos cuando las cosechas eran escasas y que dejaron desprotegidos a los campesinos nigerinos a la hora tanto de vender sus granos como de comprarlos meses más tarde.

"En Níger", explicó Gómez, "hay una economía de cereales estacionales muy dependiente de los cambios climáticos". "Los campesinos se ven forzados a vender sus cosechas poco después de recogerlas y con frecuencia cuando el grano aún está verde, lo que les obliga a venderlo a precios muy bajos; al cabo de unos meses, el mismo campesino se ve obligado a comprarlo al mismo al que lo había vendido a unos precios muy altos", prosiguió.

En 2005, el precio de un kilo de mijo, el alimento básico del país, se duplicó e incluso triplicó en algunas zonas durante la estación más difícil, cuando, antes de la recogida de la cosecha, se agotan las reservas del año anterior, afirma el informe.

Entre las causas de ello, según ACH, se hallan la especulación que los comerciantes hacen con el grano, reservándolo para cuando aumenta la demanda y pueden subir los precios; la creciente demanda de cereales de países como China o India; y, sobre todo, "las decisiones políticas" de los Gobiernos que "en los últimos 20 años" han girado "hacia la liberalización económica", confiando en que el libre comercio regional promovería "el intercambio de los productos necesarios para la alimentación de la población".

La solución pasaría, por tanto, por compensar la volatibilidad del libre mercado "mediante la creación de bancos de cereales o la puesta en marcha de políticas de precios mínimos para los productores y de precios máximos para los consumidores", afirmó Amador Gómez.

EL SIDA

El tercer factor destacado por el informe para explicar el hambre es el sida, que guarda "estrechos vínculos" con la desnutrición infantil. Las personas afectadas con el VIH necesitan aumentar la ingesta de calorías y los hogares afectados dejan de contar con la fuerza más valiosa para trabajar sus tierras, con el consiguiente descenso de sus ingresos.

Aparte, aumentan los gastos destinados a cuidados sanitarios y ritos funerarios. Asimismo, según el informe, muchos niños huérfanos por el sida deben abandonar la escuela para cultivar los campos, "hipotecando así no sólo el futuro de sus familias sino el desarrollo del país entero", se lee en el informe.

En Malaui y Zambia, una de cada siete personas son seropositivas. Sólo en estos dos países viven más de dos millones de niños huérfanos por la enfermedad, y la esperanza de vida ha caído por debajo de los 40 años. El VIH, según ACH, "ha llegado a triplicar la mortalidad infantil entre niños desnutridos".