Actualizado 12/08/2010 13:57

ACNUR pide 41 millones de dólares para ayudar a las víctimas de las inundaciones en Pakistán


MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha solicitado a la comunidad internacional 41 millones de dólares para cubrir las necesidades urgentes de unas 80.000 familias paquistaníes, formadas por más de 560.000 personas, afectadas por las graves inundaciones que se han producido en el país asiático. Esta cantidad forma parte del llamamiento conjunto por valor de 459 millones de dólares que hizo ese mismo día la ONU.

"El pueblo de Pakistán necesita con urgencia el apoyo de la comunidad internacional", afirmó Mengesha Kebede, representante de ACNUR en Pakistán, en un comunicado. "Las inundaciones del monzón han arrasado con los hogares, granjas, fábricas, ganado y medios de subsistencia de millones de personas", añadió. Las devastadoras inundaciones han destruido más de 300.000 hogares en todo el país.

"Estamos poniendo nuestra experiencia y provisiones al servicio de las comunidades afectadas por este desastre, pero se necesitan los fondos de manera urgente para ayudar a que las agencias humanitarias respondan a tiempo", subrayó Kebede. Hasta ahora, más de 160.000 personas han recibido cobijo de emergencia y otros suministros.

Aunque varios camiones de ACNUR se habían quedado atrapados durante una semana a causa de los aludes, el miércoles pudieron llegar finalmente a Quetta, la capital de la provincia de Baluchistán (suroeste), con tiendas de campaña para miles de personas que se han quedado sin hogar a raíz de las inundaciones. Se espera que lleguen a Quetta otros cinco camiones en las próximas horas, con provisiones para 20.000 personas más.

La agencia ha enviado 1.000 tiendas de campaña a la provincia suroriental de Sindh que están siendo distribuidas en los distritos de Sukkar y Shikarpur. En esta provincia, donde el nivel del agua continúa subiendo, se han levantado más de 600 asentamientos espontáneos en edificios públicos, tales como escuelas, institutos y sedes de gobierno, y las condiciones son muy precarias, según ACNUR, que afirma que también se han establecido campamentos en los arcenes de las carreteras y muchos de ellos están a la intemperie.

En la provincia septentrional de Jyber Paktunjwa (antigua Provincia de la Frontera del Noroeste), el equipo de evaluación de ACNUR ha visitado este jueves la aldea de refugiados de Azakehl, que en otros tiempos llegó a albergar a alrededor de 6.000 familias afganas y que ahora ha sufrido una "enorme devastación". Werner Schellenberg, coordinador de cobijo de ACNUR, explicó que "el 99 por ciento de los campamentos han quedado destruidos por completo a causa de las inundaciones, y despejar los escombros llevará al menos dos meses".

"Vi a unas cuantas personas en la zona tratando de rescatar sus pertenencias, pero la mayoría de los afganos se han ido a vivir con parientes o a acampar en un terreno más alto a los lados de la carretera, donde se ha levantado un campamento espontáneo", añadió.

La principal oficina de ACNUR en Jyber Pakhtunjwa concentra su trabajo de asistencia en Charsadda, Nowshera y en las zonas damnificadas de Peshawar. La agencia también ha distribuido tiendas de campaña para 500 familias en Swat, donde se está llevando a cabo una misión de evaluación de necesidades. Los suministros que se han repartido hasta el momento provienen en su totalidad de los mismos almacenes que ACNUR ha utilizado para ayudar a las personas desplazadas por en conflicto en el noroeste del país.