Las inspecciones realizadas revelan que la mayor parte de la brecha salarial proviene de complementos pactados con los trabajadores
PALMA DE MALLORCA, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha advertido este miércoles de que el Gobierno central sancionará a aquellas empresas que mantengan una brecha salarial entre los hombres y mujeres, para lo cual recordó que se van a llevar a cabo 6.000 inspecciones para comprobar el cumplimiento de la Ley de Igualdad, de las cuales ya se han realizado 400, que revelan que las diferencias de sueldos entre sexos proviene en la mayor parte de los complementos pactados con los trabajadores al margen de la negociación colectiva.
Minutos antes de impartir una conferencia en la sede del PSIB de Palma, Aído ha recordado que las citadas inspecciones en las empresas se están llevando a cabo en virtud de un convenio suscrito entre su Ministerio y el de Trabajo e Inmigración, con el objetivo de reducir la actual brecha salarial, situada en el 21,9 por ciento, y que calificó de "injusta y totalmente ineficiente".
No obstante, la ministra ha destacado la "lucha" que ha llevado a cabo el Ministerio de Igualdad para reducir la brecha salarial, que en 2009, según ha recordado, alcanzaba el 25,7 por ciento, lo que supone un 3,8 por ciento más que en 2010, año en el que se ha producido el "mayor descenso en los últimos cinco ejercicios, si bien sigue siendo una cifra demasiado alta".
Por ello, ha recalcado que se debe continuar trabajando para reducir la brecha salarial hasta su "eliminación definitiva", para lo cual, ha insistido en que se firmó un convenio entre el Ministerio de Igualdad y Trabajo para inspeccionar 6.000 empresas, teniendo en cuenta que "a veces, no es suficiente con que tengamos Leyes aprobadas que establecen la obligatoriedad de la igualdad salarial, sino que es necesario tener mecanismos para garantizar su cumplimiento".
"Es importante que se refuerce todo lo que tiene que ver con la igualdad en el empleo, porque no debemos considerar sólo la igualdad como una cuestión de justicia social, sino que es un factor de competitividad, rentabilidad y productividad y, en definitiva, se trata de no desperdiciar el talento y la formación de la mitad de la población que representan las mujeres", ha concluido.
