Actualizado 06/11/2007 20:31

Amnistía denuncia que el Gobierno no da prioridad al respeto por los derechos humanos en sus relaciones exteriores

Pide que se incorporen cláusulas para garantizar las libertades individuales en todas sus relaciones bilaterales


MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional denunció este martes que el Gobierno español no da prioridad al respeto por los derechos humanos en sus relaciones exteriores con terceros países, de forma que "negocia" con Estados como China, que tienen un historial de "gravísimas violaciones" de las libertades individuales.

Esta es la primera de las conclusiones del 'Informe de Política Exterior y Derechos Humanos 2006-2007' presentado en rueda de prensa por el presidente de la organización, Esteban Beltrán, la responsable de Política Exterior de Amnistía Internacional España, Mónica Costa, y la subdirectora de la Sociedad de Amistad Ruso-Chechena, Oksana Chelysheva.

Tal y como explicó Beltrán, el texto se centra en las relaciones de España con China, Estados Unidos, Rusia y Colombia, y analiza la situación del país respecto de estados como Marruecos o Israel, para señalar "la incoherencia en materia de derechos humanos entre la política exterior y la interior, porque lo que se predica en casa no se ve fuera de las fronteras españolas".

La organización presenta en el informe un total de 44 recomendaciones que piden al Gobierno la introducción de cláusulas concretas sobre derechos humanos en cualquier negociación bilateral. Asimismo, reivindican el cumplimiento de una promesa electoral del Partido Socialista, para redactar en esta legislatura un Plan Nacional de Derechos Humanos. Amnistía denuncia que aún no se ha elaborado ni el borrador.

Este plan debería regular relaciones como la que se mantiene con China. La organización señala que se "anteponen los intereses económicos" a la promoción de los derechos humanos porque "entre 2005 y 2006 las exportaciones españolas crecieron más del 40%", cuando se trata del país "que más ejecuciones realiza" y dónde, según Beltrán, "no se sabe lo que es un juicio justo".

Sobre Estados Unidos, Beltrán recordó que España ha servido de base a la CIA para el traslado de detenidos en sus "vuelos secretos" y se preguntó hasta qué punto el Gobierno era conocedor de estas actividades o "no quería" saber nada sobre ellas. Asimismo, reclamó atención sobre las 39 personas "desaparecidas en el marco de la guerra contra el terror", entre las que se encuentra el español Setmarian Nasar.

EL CASO DE RUSIA

Respecto a Rusia, la organización puso el acento en el interés energético de España, que pasa por alto las violaciones de derechos como la libertad de expresión. Además, condenó que España, como presidente de turno de la OSCE, obedeciera a "la presión de Moscú" y prohibiera a la ONG de Derechos Humanos Sociedad de Amistad Ruso-Chechena participar en un encuentro sobre víctimas del terrorismo celebrado en septiembre.

En este sentido, la responsable de la organización y también periodista, Oksana Chelysheva, recordó que ese "esfuerzo de España por comprender a sus colegas rusos ha hecho mucho daño" a la ONG que representa y a la que ahora se considera pro terrorista, con la "grave amenaza" que eso conlleva.

Asimismo, se refirió a la situación "extremadamente peligrosa para los periodistas" en aquel país, donde los informadores "sufren hostigamiento y amenazas por parte de las autoridades" y señaló que, así las cosas, "Rusia no es una buena compañía para España".

LA CUESTIÓN DE MARRUECOS

Esteban Beltrán definió la política española respecto de Marruecos en tres grandes ejes: "la lucha antiterrorista, el control de la inmigración y los intereses económicos", que "priman" sobre el resto, ya que España es "el segundo cliente, proveedor e inversor" del país norteafricano y le ha vendido, sólo en 2006, "material de defensa por valor de más de 16 millones de euros" entre los que figuran "bombas, torpedos, cohetes y misiles".

En el mismo año, España dio soporte por valor de 10,5 millones de euros a la policía de fronteras marroquí, a sabiendas de que Marruecos "expulsa a los migrantes al desierto" y "sin avanzar antes en la investigación" sobre la muerte de 13 personas que, en 2005, intentaban alcanzar territorio español cruzando las vallas de Ceuta y Melilla, expone el informe.

"Más allá de las cuestiones relacionadas con el control de la inmigración, Amnistía Internacional sigue documentando otras violaciones de derechos humanos en Marruecos", advierte la organización, que señala casos de torturas en prisión, detenciones ilícitas y sentencias de muerte, además de la situación del Pueblo Saharaui, cuyos líderes son perseguidos.