Actualizado 31/08/2010 16:04

AMPL.- Desarticulado un grupo de explotación sexual de hombres a los que suministraban Viagra 24 horas al día

Llegaban a España engañados procedentes de Brasil para ejercer la prostitución bajo amenazas de muerte

Cuando "estaban quemados" de ejercer su prostitución en una casa, les trasladaban a otra ciudad en la que también les explotaban


MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado por primera vez en España una organización dedicada a la explotación sexual de hombres, a los que obligaban a trabajar en prostíbulos 24 horas al día suministrándoles cocaína, 'popper' y Viagra.

Según relataron en rueda de prensa el inspector jefe de sección de la brigada central de redes de inmigración, José Nieto, y el inspector jefe de grupo I, Pedro Bernardo, la red captaba a sus víctimas en Brasil y les facilitaba el billete de avión a España, que era comprado con "tarjetas 'clonadas'".

Una vez en el país, el líder de la trama, con residencia en Palma de Mallorca, les distribuía por las diferentes casas de citas ubicadas en Palma, Madrid, Barcelona, Alicante y León y si en algún momento los hombres "estaban quemados" de ejercer la prostitución en alguna casa les trasladaba a ciudad.

Para atraer a clientes, la red publicaba anuncios en la sección de contactos de varios "periódicos locales" y en diferentes páginas web, como "www.palmahotboys.com", en las que exhibían las fotografías de los chicos disponibles.

Los hombres 'traficados' llegaban a España pensando que trabajarían en el país como "gogós, bailarines o modelos" y también eran engañados, sobre todo, en relación a las cantidades económicas que tendrían que devolver a la organización en concepto de gastos de viaje. En un principio les informaban que sólo harían frente al coste del billete, aunque en realidad les exigirían cantidades que en ocasiones superaban los 4.000 euros.

Una vez en nuestro país, les era facilitado un teléfono de contacto del cabecilla de la organización, quien según las necesidades que tenía de hombres en las diferentes casas de citas, los iba mandando a una provincia o a otra. Finalmente él mismo los recibía en Palma de Mallorca, lugar donde tenía fijada su residencia.

En los diferentes domicilios de la red en Palma debían ejercer la prostitución durante las veinticuatro horas del día y entregar al dueño del piso o al encargado el cincuenta por cien de las ganancias, además de 200 euros por el alojamiento y la manutención.

Así, al realizar sus servicios a los clientes que los solicitaban a través les cobraban 60 euros por un periodo de tiempo de 30 minutos y, como informó la Policía, "cobraban más" a los clientes extranjeros.

Según relataron los agentes, los hombres eran obligados a vivir en pisos de cuatro o seis habitaciones en las que habían dos o tres literas en cada una y era de tamaño similar a "un submarino".

DEUDA DE 4.000 EUROS

Paralelamente, el líder de la red les exigía que satisficieran la deuda de 4.000 euros, en ocasiones en lugar de en efectivo mediante transferencias bancarias, por haber sido cedidos a otros explotadores para renovar así la 'plantilla'. Si los hombres plantaban cara o causaban algún tipo de problema, los responsables recurrían a las amenazas, incluso "de muerte", según afirmó el inspector Bernardo.

Para darse a conocer, la organización efectuaba acciones publicitarias a través de diferentes medios: anuncios en periódicos en la sección de contactos y también en diferentes páginas web, donde 'colgaban' las fotografías de los chicos disponibles.

La investigación, que se inició el pasado "mes de febrero", culminó con el despliegue de un operativo simultáneo para el arresto de los responsables de la red. Finalmente, fueron detenidas un total de 14 personas en Palma de Mallorca (8), León (3), Barcelona (1), Alicante (1) y Madrid(1).

Además de los delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, relativos a la prostitución, contra los derechos de los trabajadores y asociación ilícita; los máximos responsables proporcionaban droga y otras sustancias prohibidas (cocaína, marihuana, 'popper' y Viagra) tanto a clientes como a las propias "víctimas".