El navío consiguió después de varias horas la autorización necesaria para desembarcar a los rescatados
MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El barco de crucero Jules Verne, de la compañía Vision Cruises, rescató en la madrugada del viernes a una treintena de inmigrantes que, habiendo naufragado, intentaban mantenerse a flote nadando en alta mar en aguas del Mediterráneo, a unas ochenta millas de Malta. La tripulación embarcó a los rescatados y les prestó asistencia en un hospital de campaña montado en la cubierta. Horas más tarde, consiguieron autorización de Malta para desembarcarlos.
Poco antes de encontrar a los náufragos, el mismo barco mantuvo en custodia un cayuco con doscientos pasajeros, entre los que se encontraban varios menores de edad, hasta que Salvamento Marítimo de la zona se hizo cargo de la situación. Según informaron fuentes de la naviera a Europa Press, la embarcación fue avistada de madrugada y custodiada para "protegerla de las inclemencias del mar o de otras circunstancias" hasta que las autoridades se hicieron cargo de ella.
Los viajeros, entre los que se contaron varios menores de edad, no fueron sin embargo embarcados, para evitar los problemas que se derivan de la tramitación de autorizaciones al arribar a un puerto cuando se trasladan personas sin documentación.
Cuando el cayuco hubo pasado a disposición de Salvamento Marítimo, el 'Jules Verne' avistó a unos "unos treinta náufragos" que intentaban mantenerse a flote nadando en dirección a las costas maltesas, y que, inicialmente, se creía que procedían de la primera patera socorrida.
AYUDA EN CUBIERTA.
La tripulación embarcó a los inmigrantes y, mediante la instalación de un 'hospital de campaña' en la cubierta del crucero prestó la primera asistencia a los náufragos, que presentaban "signos evidentes de cansancio y deshidratacióon".
A primeras horas de la tarde del viernes, los rescatados permanecían aún a bordo del crucero, en espera de que el barco fuera autorizado a desembarcarles en la costa de Malta. Aunque previamente sólo recibieron el visto bueno para arribar a puerto, pasadas las seis los inmigrantes ya podían abandonar el 'Jules Verne', según informaron a Europa Press fuentes diplomáticas.
Debido a que la mayoría de la tripulación del barco y parte del pasaje es española, dado que la compañía está afincada en Barcelona, la embajadora de España en Malta, Marta Vilardell, se ha mantenido "en contacto permanente" con las autoridades maltesas para seguir la evolución de los acontecimientos, según las mismas fuentes.
Así, ha ordenado que personal de la delegación se desplace a puerto para atender, si fuera preciso, a los españoles que viajaban en el 'Jules Verne' en un recorrido que hace escalas en Túnez, Trípoli, Malta, Cagliari, Barcelona o Alicante, entre otras.
