Actualizado 12/03/2008 10:38

China dice que compensará la contaminación de Beijing en los JJOO con dosis de "buena suerte"

BEIJING, 12 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

El ministro de Exteriores chino, Yang Jiechi, quitó hoy hierro al anuncio del atleta etíope Haile Gebrselassie, que se ha negado a correr la maratón en los Juegos Olímpicos de Beijing de este verano por el efecto que la contaminación puede causar en su salud, diciendo que, a cambio, la ciudad puede ofrecer cuotas dobles de buena suerte a los deportistas.

Según Yang, si los deportistas "no puede alcanzar ningún récord mundial en otro país, quizá pueden venir a Beijing, donde tendrán más suerte", declaró en rueda de prensa el ministro, que no explicó en qué se basaba para establecer semejante afirmación.

"La mayoría de los atletas que están llegando a Beijing están satisfechos y tienen plena confianza en la calidad del aire, el medio ambiente y las instalaciones deportivas", dijo Yang, que argumentó, además, que ya ha habido muchos atletas que ha obtenido récords mundiales en China y Beijing. "Confío en que la calidad del aire en Beijing vaya de mejor en mejor", agregó el ministro.

La contaminación que padece Beijing, junto con los intentos de boicot de los JJOO desde distintos sectores pro Derechos Humanos parecen ser, de momento, los grandes escollos a los que está haciendo China para que sus Olimpiadas no terminen deslucidas. Si la estrategia ante las críticas de ONG y grupos pro Derechos Humanos consiste, básicamente, en negar que exista un problema, obviar la existencia de un problema medioambiental en la capital china está resultando bastante más espinoso.

Uno de los últimos intentos de Beijing fue manipular los resultados de los medidores retirando los controles del centro de la ciudad, aunque el Gobierno chino también ha tomado medidas para reducir la contaminación de la capital estableciendo prohibiciones en las regiones vecinas (para evitar que el aire termine arrastrando a Beijing la polución originada en otras localidades).

Además, según informa hoy la agencia Xinhua, los trabajos de construcción en la ciudad quedarán paralizados en cada día de vientos fuertes a partir del 20 de marzo, lo que querrá decir, de cumplirse las previsiones meteorológicas para esta año, que han anunciado fuertes tormentas de arena para esta primavera, que las obras sufrirán varios días de parón. La prohibición será definitiva a partir del 21 de julio y hasta el 20 de septiembre, para garantizar unas Olimpiadas libres de polvo.

En cualquier caso, el ministro chino no desaprovechó la ocasión para afirmar que tampoco se podía pedir imposibles a los Juegos Olímpicos y que, en lo relativo al cambio climático --China podría ya haber superado a Estados Unidos en emisiones contaminantes--, la situación actual que sufre el planeta "es atribuible principalmente a las emisiones originadas durante largo tiempo por los países desarrollados, así como a sus emisiones actuales".

"Es como si hay una persona que come tres rebanadas de pan para desayunar y tres que comen una cada uno. ¿Quién debería ponerse a dieta?", dijo el ministro, que repitió un argumento frecuente del Gobierno chino, que insiste en que su país está contaminando más que otros porque está fabricando productos que luego son disfrutados en otros países.

"Espero que cuando la gente use productos chinos, de gran calidad y precios económicos, recuerden también que China está sufriendo cada vez una presión mayor por esta 'transferencia' de emisiones", remachó.