Actualizado 04/08/2010 17:16

La crisis deja sin 'mini vacaciones a los 'sin techo'

Anciano, jubilado, pensionista
EP

BARCELONA, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Arrels, de atención a las personas 'sin techo', ha sustituido las habituales 'mini vacaciones' en casas de colonias dirigidas a personas sin hogar por una treintena de actividades lúdicas en Barcelona por la crisis, que ha supuesto un ajuste drástico del presupuesto.

Según ha explicado a Europa Press, el portavoz de Arrels, Ramon Noró, han renunciado a las estancias de seis días que desde 2002 ofrecían a una cincuentena de sus beneficiarios, pero han ideado actividades como acudir a la playa y a la piscina; visitar refugios subterráneos en Barcelona, y asistir a actuaciones de flamenco y a sesiones de cine al aire libre.

"Debemos ir más allá de cubrir necesidades básicas porque las personas también necesitan ilusiones y nuevas expectativas", ha subrayado Noró, quien ha precisado que cuentan con 2.000 euros para organizar las actividades, frente a los 13.000 del año pasado.

Para la entidad, lo importante es estrechar la convivencia "fuera del espacio asistencial" entre las personas sin techo y los voluntarios y trabajadores sociales que los atienden, a través de actividades en las que participan hasta un centenar de personas.

El objetivo es "impactar a las personas con experiencias positivas" que les recuerden momentos agradables de su vida y que refuercen su empatía, ha apuntado Noró, y ha constatado que, por ejemplo, los participantes están más predispuestos a visitar a sus compañeros hospitalizados.

En agosto los beneficiarios podrán optar por excursiones a Collserola, el Parque de la Serralada de Marina, una Masia de Viladrau y la playa de Montgat, así como sesiones de cine al aire libre en el Centro de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) y un chapuzón en las piscinas de Montgat, además de una visita a refugios antiaéreos de Barcelona.

Las personas 'sin techo' pueden participar en las actividades que elijan de forma voluntaria y totalmente gratuita, aunque en algunas ocasiones la entidad les emplaza a abonar cantidades simbólicas, como un euro, como "medida educativa".

"Darles capacidad de elección es fundamental, porque a menudo no la tienen en su vida cotidiana", ha destacado Noró, señalando que la variedad de la oferta les permite ejercer sus preferencias.