Actualizado 09/04/2007 21:03

El director del Instituto Euromediterráneo dice que "si no se hace un trasvase la agricultura entrará en crisis"

MURCIA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

El director del Instituto Euromediterráneo del Agua y responsable técnico de la elaboración del anterior Plan Hidrológico Nacional (PHN), Francisco Cabezas, auguró hoy que "si no se hace un trasvase, la agricultura del Mediterráneo entrará en una crisis cantada e inevitable" y lamentó que "una buena parte del regadío que existe en la actualidad esté condenado a desaparecer".

Así, apuntó que "nuestros hijos y nietos van a tener una Murcia muy diferente con o sin trasvase". "La configuración del territorio, el modo de vida, la estructura productiva y el medio ambiente hídrico se verán muy condicionados por la existencia o no de un proyecto como éste", añadió.

Igualmente, indicó que "es usual que sucedan episodios como el de la última crecida del Ebro cada pocos años", y recordó que "de todas las posibilidades estudiadas para elaborar el PHN, concluían que el Ebro era la mejor opción".

Cabezas, que participó hoy en la tertulia del programa Buenos Días de '7 Región de Murcia', aseguró que el río Ebro "tendrá este tipo de episodios de vez en cuando, cada pocos años", aunque añadió que "no hace falta que se produzcan inundaciones como las que se han producido en el Ebro para que se pueda derivar agua".

Además, explicó que "el Ebro tiene un sistema fluvial muy grande, con más de 80.000 kilómetros cuadrados de cuenca y una de sus vertientes es pirenaica, con lluvias y nieves regulares y abundantes".

También señaló que "hay caudales importantes de manera muy permanente en la desembocadura del río", y que "eso se analizó de una manera muy detallada y concienzuda para ver la viabilidad hidrológica del trasvase del Ebro", dijo, según informó en una nota del Instituto Euromediterráneo.

FUNCIONAMIENTO SEGURO DEL TRASVASE.

"Lógicamente, estudiamos el trasvase pensando en un funcionamiento seguro y continuo, de todos o casi todos los años, y concluimos que se podían haber derivado con regularidad los 1000 hectómetros cúbicos anuales que se preveía trasvasar a Cataluña, Valencia, Murcia y Almería, y eso, sin necesidad de las crecidas que estamos viendo", argumentó.

De este modo, señaló que "las cosas hay que proyectarlas con sentido común. Una infraestructura como ésta no podría estar esperando tres años a que caiga una tromba de agua". "Tiene que funcionar con regularidad todos los años, y nuestros análisis probaron que esto era posible", apostilló.

Además, Cabezas expresó que "se manejaron opciones de tomas en muchos ríos distintos, como el Duero o el Ródano" y afirmó que "desde el punto de vista técnico cumplimos los deberes y a día de no he encontrado documentos que sustancien una crítica seria a aquellos análisis".

Por otra parte, Cabezas aseguró que "es necesario exponer con claridad el modelo territorial que se desea para el Levante, donde la agricultura tiene un papel socioeconómico y ecológico importante" y argumentó que "el modelo turístico y residencial puede sostenerse con las desaladoras, pues este desarrollo no era, en contra de lo que se ha dicho, el destinatario de las aguas trasvasadas".

También, explicó que la alternativa de la desalación "no es global y que no puede sustituir al trasvase por razones de coste, de oportunidad, de conectividad de sistemas, incluso jurídicas", dijo. Por tanto, continuó "una buena parte del actual regadío va a desaparecer, en un plazo no de hoy para mañana pero sí en no muchos años, y eso arrastrará también efectos medioambientales negativos".

Cabezas afirmó que "los documentos de la planificación estaban muy maduros", y que "fue un trabajo transparente, que se expuso públicamente mucho tiempo antes, muy pormenorizado, y desglosado al detalle. Hubo un esfuerzo por fundamentar técnicamente las alternativas y explicar las cosas bien", sentenció.

Por último, calificó de "inaceptable e incompatible con la legalidad y con la lógica que ningún Gobierno autonómico pretenda controlar el Ebro ni ningún río intercomunitario" y aseveró que "la planificación hidrológica nacional no se puede trocear", porque, concluyó, "la competencia hídrica debe ser del Estado".