Publicado 23/09/2013 18:25

Erradicar la pobreza extrema antes de 2030 es posible si los Estados cuentan con información adecuada, según un estudio

MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

Erradicar la pobreza extrema antes del año 2030 es factible, pero para ello es necesario que se mejore de forma "significativa" tanto la obtención de datos sobre la miseria como el seguimiento de los recursos necesarios para ponerle fin, según el último informe de Development Iniciatives.

El informe, titulado 'Inversiones para erradicar la pobreza', expone que si en 1990 el 43% de la población mundial vivía con menos de 1,25 dólares al día, en la actualidad esta proporción es del 21 por ciento, de modo que se antoja posible la erradicación total de esta miseria extrema antes del año 2030.

"El crecimiento ha propiciado avances enormes en la mitigación de la pobreza, pero incluso las hipótesis más optimistas respecto al crecimiento pueden suponer dejar atrás a más de 100 millones de personas", explica el trabajo, para destacar por "fundamental" la ayuda extranjera a la hora de "llegar a los más pobres del planeta, allí donde no se dispone de otros recursos como la inversión extranjera directa y las remesas de fondos".

No obstante, dice que es necesario que la asistencia oficial para el desarrollo de los países donantes más importantes "sea más transparente y se adapte a los retos en este ámbito después del 2015" y alerta de que ciertas decisiones "importantes" sobre la asignación de sus recursos contra la pobreza se sustentan "en datos e información poco fiables u obsoletos".

En concreto, señala que "los cálculos sobre el número de personas que viven en condiciones de pobreza no son dignos de confianza y suelen estar anticuados, de modo que las decisiones sobre la asignación de los recursos parten de supuestos poco sólidos y de cifras erróneas".

"Poner fin a la pobreza está a nuestro alcance, pero para llegar a cero necesitamos una revolución de los datos relativos al desarrollo. Sin mejores datos no es posible asignar recursos de forma óptima, vigilar los progresos, extraer conclusiones ni pedir cuentas a los donantes y los destinatarios", explica la directora Ejecutiva de Development Initiatives, Judith Randel.