Actualizado 23/04/2010 20:24

La Fundación 'Delivering Hope' de BMS enseña qué es la hepatitis B a los niños de China

Escuela china niños
BMS

PEKIN, de la enviada de EUROPA PRESS a China, Cristina Sánchez

Los niños de Jinzhuang, un pueblo de China situado a menos de dos horas en coche de Pekín, tienen una nueva asignatura en sus planes de estudio. Consiste en aprender el A, B, C de una enfermedad que afecta, en la actualidad, a unos 350 millones de personas en el mundo, de los que la mayoría, el 75 por ciento, son ciudadanos del país asiático.

Estos estudiantes de primaria están aprendiendo con la nueva materia qué es la hepatitis B, una infección que causa unas 600.000 muertes al año en todo el globo, la mayoría por cáncer de hígado o como consecuencia directa de su acción, por una cirrosis.

A través de vídeos, concursos, cuñas en radios y mensajes en los periódicos escolares, reciben también, dentro del programa, consejos para evitar su contagio, como valorar la importancia de la higiene --sobre todo, en el uso de productos personales, como los cepillos de dientes-- y de no caer en hábitos poco saludables, como fumar o beber.

Después, los deberes para casa consisten en enseñar a los padres cómo protegerse de este virus, del que pocos chinos saben que se puede contagiar en relaciones sexuales sin protección o por el uso de agujas infectadas, tanto entre consumidores de droga como en actividades en apariencia inofensivas, como hacerse un tatuaje o utilizar la acupuntura.

A juicio del director de este centro, You Shuaiwu, esta idea "está siendo todo un éxito", como lo ha sido ya en otras 450 escuelas de primaria de Ningxia, Gansu y Pekín, donde unos 110.000 estudiantes han demostrado ya que son los mejores divulgadores de información sanitaria para prevenir la aparición de enfermedades en la población.

REPARTIENDO ESPERANZA

Los responsables de esta iniciativa son la Fundación China para la Prevención y el Control de la Hepatitis (CFHPC, por sus siglas en inglés) y la Fundación 'Delivering Hope' de Bristol-Myers Squibb (BMS), que desde 2002 en países como Japón, India, Taiwán o China, en concienciar sobre la importancia de conocer esta enfermedad.

En concreto, este programa formativo se puso en marcha en 2007, después de que esta fundación china y BMS averiguaran, gracias a una encuesta, dos cuestiones claves: primero, que la principal fuente de información sanitaria de los alumnos chinos era la escuela y segundo, que la mayoría de sus profesores sabían bastante poco de hepatitis B.

También en China, esta farmacéutica ha financiado 11 proyectos por valor de tres millones de dólares. Sus objetivos eran, sobre todo, en informar sobre la hepatitis B a la población de riesgo,--mujeres, profesionales sanitarios, jóvenes e inmigrantes_ y reducir las transmisiones de madre a hijo, la forma de contagio más común en China, donde 90 por ciento de los bebés se infectan de hepatitis B en su primer año de vida.

Según una de las directoras de la Fundación BMS, Phangisile Mtshali, tras siete años de trabajo, estos programas han beneficiado, de forma indirecta, a unas 600.000 personas y han logrado también que, aproximadamente, "el 99 por ciento de los profesores de educación sanitaria y directores de las escuelas de enseñanza primaria ha recibido cursos de formación sobre la hepatitis y más del 95 por ciento de los alumnos y el 99 por ciento de los padres ha aprendido a prevenir la hepatitis".

Para uno de los responsables de la Fundación China para la Prevención y el Control de la Hepatitis que colabora en el proyecto educativo, Yang Xizhong, el resultado tan positivo logrado con estas iniciativas hacen pensar que la educación es "un buen método para controlar y prevenir la hepatitis B, tanto en el ámbito rural como en el urbano".

VACUNAR, LA PRIORIDAD

Además de la educación, la prioridad del Gobierno chino en la lucha contra esta enfermedad es implementar la vacunación, una práctica que se inició en 1992, protegiendo de este virus a los recién nacidos, que en 2009 se extendió a los adolescentes menores de 15 años, y que entre este año y 2011 prevén extender a toda la población de riesgo.

Según Deng Ying, uno de los miembros del Centro Oficial de Control de Enfermedades de Pekín, en la capital este proceso comenzó antes, en 1987, protegiendo a los bebés y más tarde a los jóvenes. "En 1990, el 73 por ciento de esta población en Pekín estaba vacunada de hepatitis B y en 2009, logramos vacunar al 99 por ciento de los bebés", asegura Ying, para quien el "estricto" control de las donaciones de sangre también está siendo decisivo y ha logrado reducir de forma considerable, al menos en Pekín, el número de niños portadores del virus.

A pesar de estos prometedores resultados, para Wang Zhao, otro miembro de la Fundación china para la Prevención y el Control de la Hepatitis, "la hepatitis B es aún un gran reto sanitario para China, quizá uno de los más importantes y sobre el que aún existen muchos conocimientos erróneos y una gran ignorancia". "Necesitamos -dice--, la ayuda de empresas, gobiernos y ONG, porque aún queda mucho por hacer".