Actualizado 27/07/2009 16:33

Incendios.- Aragón mantiene un dispositivo de 100 personas en Teruel y pide agilizar las ayudas estatales

ZARAGOZA, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Aragón mantiene activo un dispositivo de más de 100 personas para extinguir los incendios que afectan al entorno forestal de los municipios turolenses de Aliaga, Ejulve y Cedrillas, entre otros, que están "estabilizados" y probablemente no progresarán, según explicó el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, esta mañana en rueda de prensa. El Ejecutivo aragonés pedirá al Gobierno de España que priorice las ayudas a esta zona.

Boné explicó que, desde el pasado 21 de julio, ardieron en Aragón 12.031 hectáreas en varios incendios forestales y anunció que se potenciará la política de prevención de incendios, especialmente en la comarca turolense del Maestrazgo, donde ha habido tres incendios importantes en los últimos 20 años. En concreto, se mejorará la realización de cortafuegos, que han sido vitales para controlar los incendios en la zona.

El consejero indicó que en el incendio que afectó a los términos municipales de Aliaga, Ejulve, La Zoma, Cañizar del Oliver y Villarluengo ardieron 7.656 hectáreas y está estabilizado, al igual que el que afectó a Cedrillas, Corbalán, Cuevas Labradas y El Pobo (1.053 hectáreas), mientras que el de Alloza y Andorra (1.685 hectáreas) está controlado. El incendio de Valdeltormo y La Fresneda (283) está controlado, el de Los Olmos (670) está estabilizado, mientras que el de Morés, Chodes, Morata y Arándiga (600 hectáreas), en la provincia de Zaragoza, está extinguido, y el de Mazaleón (84 hectáreas), controlado.

En la jornada de ayer se retiraron los operativos que durante los días anteriores participaron en las labores de extinción, provenientes de las comunidades autónomas de Cataluña, Comunidad Valenciana, Asturias y Madrid.

En cuanto a las causas, Alfredo Boné explicó que, el pasado 21 de julio, se produjeron en el Sureste de Teruel tormentas secas, en las que cayeron menos de dos litros de agua por metro cuadrado, y a la vez se registraron más de 5.000 rayos, acompañados de vientos de 30 kilómetros por hora como media de carácter cálido y seco. Simbólicamente, Boné señaló que el viento en ocasiones fue tan fuerte que "partió chopos en dos".

El titular de Medio Ambiente señaló que, cuando un rayo alcanza un árbol, frecuentemente alcanza las raíces, que combustionan y calientan el suelo, convirtiéndose cada una de ellas en "una auténtica bomba", lo que posiblemente provocó que aparecieran varios focos que acabaron formando un gran incendio.

Boné señaló que, desde el miércoles de la semana pasada, el personal del Gobierno autónomo tuvo que hacer frente a 20 incendios, de los cuales 12 fueron atendidos simultáneamente. En este operativo, el primer objetivo fue salvaguardar la integridad de las personas, evitar que los incendios afectaran a los cascos urbanos de los municipios y proteger las infraestructuras. A esto añadió que había varios municipios muy poblados que llegaron a estar cerca del fuego, como fue el caso de Alloza, Andorra y Valdeltormo.

El consejero de Medio Ambiente dijo que "tuvimos varios puntos críticos" y, de hecho, "de no haberse resuelto hoy no estaríamos hablando de 12.000 hectáreas", sino que la superficie afectada sería el doble o el triple. Entre los puntos críticos, Boné mencionó la carretera que une Ejulve con Villarluengo, el frente de Cañizar del Olivar, donde la carretera actúa como cortafuegos, así como el punto donde se cruzan el río Guadalope con la carretera que conduce a Montoro de Mezquita. También había peligro en torno a la piscifactoría de Aliaga, al haber varios depósitos de gas, que fueron vaciados.

Alfredo Boné destacó la eficacia de los cortafuegos abiertos tiempo atrás en la zona, algunas realizados en los dos últimos años. Como ejemplo, explicó que personal de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ejército de Tierra y varias cuadrillas forestales de SODEMASA pudieron frenar el avance del fuego entre Ejulve y Villarluengo porque en la cumbre de la montaña por donde ascendía el incendio había un cortafuego que impedía el paso de las llamas.

ZONA CASTASTRÓFICA

Precisamente, la mejora de los cortafuegos, algunos de los cuales responden a una "concepción antigua" y deberán ser ampliados, es una de las actuaciones que realizará el Gobierno autónomo en la zona, después de comprobar que "ha sido de una gran importancia" disponer en el terreno afectado de infraestructuras contraincendios.

El Ejecutivo autónomo pondrá en marcha un plan de restauración en la zona, como ya anunció el viernes pasado, 24 de julio. El próximo 11 de agosto se celebrará una reunión en la localidad turolense de Andorra, donde los alcaldes y presidentes de las comarcas afectadas, junto con el vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel, el consejero de Presidencia, Javier Velasco, el titular de Política Territorial, Rogelio Silva, y el propio Boné, valorarán las medidas a adoptar.

Además, el Gobierno de Aragón solicitará formalmente al Ejecutivo central que priorice las ayudas a la zona afectada. Boné explicó que, jurídicamente, lo que puede hace la comunidad autónoma es pedir que se priorice a esta zona de Teruel a la hora de asignar ayudas del Plan Estatal de Empleo o el Plan de Restauración Hidrológico-Forestal.

PELIGRO LATENTE

Alfredo Boné avisó de que continúa el "peligro latente" y aseveró que "no tenemos el tema resuelto", ya que "estamos hablando de una superficie enorme donde hay brasas" que pueden volver a prender y reactivar los focos.

El consejero de Política Territorial, Rogelio Silva, destacó que el operativo evacuó a unas 1.600 personas con la colaboración de ayuntamientos e, incluso, vecinos de la zona que acogieron a residentes en municipios afectados. También destacó el temor del Gobierno al ver que el fuego se acercaba a municipios como Andorra y Alcorisa, aunque finalmente los cascos urbanos no fueron afectados.