MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Federación Estatal de Religiosos de Enseñanza-Centros Católicos (FERE-CECA) considera que los padres deben exigir a los centros la "coherencia" de los contenidos a impartir en Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos con la formación moral elegida por ellos para sus hijos, mientras que los titulares han de comprometerse a garantizar "dicha sintonía".
Con todo ello, FERE-CECA muestra su "plena sintonía" con la postura manifestada hoy por la Conferencia Episcopal Española (CEE) sobre la nueva asignatura creada con la Ley Orgánica de Educación (LOE), afirmando que siempre ha sido contraria a su implantación pero que otra disciplina de este tipo "hubiera sido aceptable e incluso, tal vez, deseable", puesto que los colegios católicos siempre han educado en valores.
"La escuela no sólo transmite conocimientos, también educa y forma a la persona. Nuestro modelo de escuela es el de una escuela que educa en valores, también en los valores cívicos, y que encuentra su sentido más profundo en la transmisión de los valores evangélicos, que incluyen y rebasan a aquellos", manifiestan estos titulares de centros educativos ('www.fere.es').
Así, FERE cree que el Episcopado reconoce en su declaración que en los centros de esta organización los alumnos "pueden gozar de la protección que el carácter propio otorga a quienes estudian en centros de iniciativa social católica". Gracias a ello, asegura poder y deber comprometerse en garantizar a los padres que la materia, que están obligados a impartir por ley, respetará "escrupulosamente" tanto en su espíritu como en su letra el carácter propio.
"Vamos a ser activos en la defensa del ideario de los centros. Ni la LOE ni sus normas de desarrollo pueden imponer a los centros contenidos que sean contrarios a su carácter propio, como ha reconocido explícitamente el MEC. Asimismo, nos amparan en esta actuación la Constitución y los Tratados Internacionales suscritos por España", tranquilizan estos titulares de centros educativos en un comunicado, en el que comparten la llamada de los obispos a la unidad de los católicos.
Sin embargo, admite que existe un riesgo, como dice el Episcopado, de que "los centros educativos del Estado, perdiendo su obligada neutralidad ideológica, impondrán a quienes han optado por la religión y moral católica otra formación moral no elegida por ellos". "Estamos totalmente de acuerdo en que ese riesgo debe ser evitado, por lo que apoyaremos las actuaciones que en defensa de los derechos de los padres se realicen en la escuela pública", concluye.
