Publicado 13/11/2013 13:44

Misioneros españoles en Filipinas: "Estamos haciendo lo posible por ayudar a los supervivientes"


MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los misioneros españoles en Filipinas han asegurado que están haciendo "lo posible por ayudar a los supervivientes" del tifón 'Yolanda' que, según datos del Gobierno filipino, ha dejado ya 1.798 víctimas mortales, cifra que los misioneros elevan a 10.000. Asimismo, se calcula que el número de afectados por el tifón asciende a siete millones.

El misionero segoviano Jesús Galindo recuerda las calamidades que ha sufrido la población "en cuestión de unas semanas" ya que el 15 de octubre, un terremoto de magnitud 7.2 sacudió la isla de Bohol y provincias colindantes, en la región central de Visayas, el mismo lugar donde el pasado viernes arrasó el super-tifón Yolanda, aunque en esta ocasión la provincia peor parada fue la isla de Leyte.

Según apunta el misionero, la ciudad de Tacloban ha quedado destruida "en un 80 por ciento, con más de 10.000 muertos". "Nuestra casa-noviciado en la ciudad de Ormoc, Leyte, también ha quedado malparada, aunque los frailes están ilesos. Gracias a Dios, en esta zona de Manila donde yo vivo nos hemos librado de estas calamidades. Estamos haciendo lo posible por ayudar a los supervivientes", ha subrayado.

También escribe el misionero capuchino navarro Mateo Goldaraz que indica que ellos cuentan con dos agencias de ayuda --'Tulay lingap del Padre Pío' y 'Capuchin Medical Mission'--. Concretamente, apunta que en la ciudad de Ormoc, cerca de Tacloban, tienen un Monasterio floreciente de Capuchinas Mejicanas y Filipinas.

"Precisamente iba a ir a darles una semana de renovación, cuando llegó el tifón y me paró los pies; gracias a Dios que no continué porque ahora está todo cancelado e incomunicado, con miles de muertos ¡Dios Santo! ¡Aquí estamos al pie del cañón llevando a estos hermanos el consuelo de Jesús Resucitado!", exclama.

Por su parte, la misionera Sagrario Llorente, dominica de la Anunciata, cuenta que "verdaderamente el pueblo filipino está sufriendo en estos momentos un terrible problema y desolación". Varias ciudades del centro, según comenta, están "completamente destruidas", especialmente, Tagloban, la capital de Leite; Samar, "ya de por sí muy pobre" y parte de Iloilo.

Ante esta situación, la misionera confía "en la solidaridad nacional e internacional que va respondiendo con generosidad" y destaca la fortaleza de la fe de los filipinos. "En los 26 años que llevo aquí, cada vez admiro más la fe de este pueblo que le ayuda a resucitar de las cenizas y a vivir con algo más de esperanza. El estar aquí, es para nosotras una gracia que Dios nos da a través de estas personas extraordinarias", afirma.