Actualizado 13/06/2007 13:04

La OMS asegura que 13 millones de personas mueren al año por factores medioambientales poco saludables


MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró hoy que cada año mueren unas 13 millones de personas a causa de factores medioambientales poco saludables, según se desprende de un informe presentado hoy en el que se recomienda a los países reducir ciertos riesgos medioambientales como la contaminación, peligros en el ámbito laboral, radiaciones, ruidos, riesgos agrícolas y cambio climático para mejorar la salud de sus ciudadanos.

De este modo, en algunos países más de un tercio de la carga de enfermedades podría ser prevenido por mejoras ambientales, siendo Angola, Burkina Faso, Mali y Afganistán los países más afectados de los 23 analizados.

Entre los factores de riesgo, más del 10 por ciento de muertes es se producen por dos factores de riesgo ambientales: agua insegura, incluyendo malas condiciones de higiene e higiene; y contaminación del aire debido al empleo sólido de combustible para cocina. En estos casos, los niños menores de 5 años son las principales víctimas, constituyendo el 74 por ciento de los fallecimientos por diarreas o infecciones respiratorias.

Además, los países con un bajo nivel de ingresos sufren más factores medioambientales poco saludables, perdiendo años de vida por persona 20 veces más que los países con más ingresos. No obstante, incluso en países con mejores condiciones ambientales casi una de cada seis enfermedades podría haberse prevenido con intervenciones ambientales eficientes que redujeran enfermedades cardiovasculares o heridas de tráfico de carretera.

Según afirmó la subdirectora general de Desarrollo Sostenible y Ambientes Saludables de la OMS, Susanne Weber-Mosdorf, estos datos son "un primer paso" para la creación de asistentes nacionales en los sectores de salud y Medio Ambiente que prioricen acciones preventivas".

De igual modo, los datos demuestran como existen determinadas conductas en los hogares domésticos cuyo tratamiento adecuado permitiría reducir el índice de mortalidad, como el uso de productos de limpieza y dispositivos de cocina con gas o electricidad, mejorar la ventilación y mejorar algunos hábitos como alejar a los niños del humo.